La tradición, que tiene un origen antiquísimo, se reeditará el próximo domingo.
Imagen: The Spruce
Los más chicos (y también algunos mayores) esperan ansiosos que llegue el domingo para encontrar escondido en algún rincón de la casa el tradicional huevo de chocolate que se regala en Pascua. Sin embargo, pocos saben cuál es el origen de esta costumbre que se reedita desde mucho tiempo atrás.
Según fuentes históricas, la práctica de regalar huevos en Pascua tiene su origen en el siglo IV. En aquella época, la Iglesia no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma. Pero los preceptos y normas religiosas no detenían la producción de las gallinas, que seguían haciendo su trabajo. Debido que tirarlos era considerado un pecado, no había otra alternativa que guardarlos durante 40 días.
Así, el domingo de Resurección, primer día en el que este precepto ya no regía, se convertía en la fecha señalada para ofrecer una cesta de huevos frescos como símbolo de fertilidad y abundancia.
Con el tiempo los huevos se comenzaron a pintar y adornar para darle mayor atractivo. Más tarde, en el siglo XIX, los pasteleros franceses crearon los huevos de chocolate que conocemos actualmente.
En Argentina, como en tantos otros lugares del mundo, los católicos celebran la resurección de Cristo, obsequiando a sus seres queridos este símbolo que persistió a través de los tiempos.