Apenas llegó al lugar, el bombero voluntario Ricardo Vidal Moreno se dio cuenta de donde povenían las llamas.
Ricardo Vidal Moreno, a la derecha, junto a un compañero del cuartel
Cuando Ricardo Vidal Moreno llegó anoche al edificio del Instituto de Previsión de Seguridad y Previsión Social (IPSST) se dio cuenta de dónde provenían las llamas. El oficial inspector de los Bomberos Voluntarios de San Miguel de Tucumán, Ricardo Vidal Moreno, tenía una ventaja sobre el resto de los agentes que estaban trabajando en el lugar: Toda su infancia pasó jugando en los pasillos, rincones y pasadizos de la enorme estructura donde se originó el fuego.
Desde su segunda casa, el cuartel de bomberos, contó que apenas llegaron a bordo de la autobomba definieron rápidamente las funciones con el equipo de trabajo. Mientras Jorge Mejías, Ismael González y Lucía Brandán rescataban a las personas que no podían abandonar por su propios medios de los departamentos, Ricardo atacaba el fuego por los ventiluces que dan a calle 9 de Julio.
“Anoche cuando llegamos me di cuenta que el incendio se había desencadenado en el subsuelo”. ¿Cómo supo eso?, fue la pregunta inevitable. “Porque cuando era chico, pasaba mucho tiempo en lo de mi padrino, ‘Mañuco’ Ramasco Padilla, quien vivía en Previsión Social. De ahí que conozco de memoria el edificio porque era donde jugábamos de chicos”, recordó.
Ricardo contó a eltucumano.com que para sofocar el incendio tiraron “más de 3.600 litros de agua”. Para eso fue necesario cargar dos veces la autobomba. “Fui a cargar el camión en la esquina de avenida Alem y Lavalle para mantener la presión de agua”, detalló. Fueron entre más de 20 minutos a pura adrenalina para volver al lugar y continuar con las tareas de rescate que tuvieron un buen final para todos los vecinos de la zona, que salieron a la calle por la intensa humareda.