El otrora jefe municipal, funcionario nacional y actual diputado cambiemita se mete en la puja por las candidaturas opositoras para ocupar el sillón de Lucas Córdoba. ¿Se cumplirá la "Ley del Ex"?
Domingo Amaya entre en la puja con (de izquierda a derecha) Sebastián Murga, Roberto Sánchez y Germán Alfaro.
El diputado nacional Domingo Amaya se mete en la puja por la candidatura de Juntos por el Cambio (JxC) para quedarse con el sillón de Lucas Córdoba. Así lo anunció esta semana en el programa radial ‘6 AM’, que se transmite por la señal de Del Plata Tucumán.
–¿Sánchez o Alfaro? ¿O Murga u otro? O en el caso de intendente, ¿sería usted? –consultó el periodista Miguel Coronel.–¿Y por qué no gobernador, digo yo? Me baja de categoría –retrucó Domingo Amaya, entre risas.
De esta forma, el otrora funcionario nacional cambiemita durante la presidencia de Mauricio Macri y exintendente de San Miguel de Tucumán durante más de una década se convierte en el cuarto nombre del frente opositor con intenciones de encabezar la boleta para gobernador el 14 de mayo del año próximo. Lo hace con el pasado como bandera, con gigantografías que invitan a los tucumanos a recordar la ciudad de antes, con el antes y después del Paseo Histórico, cuando los vehículos todavía podían transitar por el frente de la Casa Histórica. “¿Te acordás?”, pregunta Amaya.
Domingo Amaya se enfrente en esta puja a su sucesor en la intendencia, Germán Alfaro, a su par en la Cámara baja, Roberto Sánchez, y al dirigente del campo y presidente de la Sociedad Rural Tucumana, Sebastián Murga.
De prosperar sus intenciones, será la segunda vez que el exjefe municipal participe en las elecciones generales en la fórmula principal. Hace poco más de siete años, cuando se creó el primer frente opositor Acuerdo por el Bicentenario, secundó al radical José Cano en la boleta para la Gobernación. En aquella contienda de 2015, el espacio cayó derrotado quedándose con 41,51% de los votos, frente a 53,58% obtenido por Juan Manzur (Frente para la Victoria). Comicios recordados por su postergada oficialización ante denuncias de irregularidades por parte de la oposición, que terminaron siendo dirimidas en la Justicia.
Desde la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio han instado a todos sus integrantes con intenciones electorales a resolver sus diferencias mediante el diálogo. Esto descartaría, en principio, cualquier definición por la vía de las urnas de los candidatos del frente que competirán con la que se presenta como la fórmula definida del oficialismo: Osvaldo Jaldo-Juan Manzur.
A través de un documento establecen, en primer lugar, "que la forma de conservar mejores chances electorales es logrando un acuerdo de unidad por parte de los actores políticos locales, a través del diálogo".
Sin embargo, y pese a la recomendación, dejan en manos de cada frente provincial el método de selección de candidatos, condenando la decisión a un nudo que de momento todavía no encuentra resolución.
“En aquellas provincias donde no se establezcan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) como instrumento ordenador de competencia interna, los referentes provinciales decidirán -con intervención de los referentes de los partidos nacionales- el mecanismo más idóneo para definir las listas de candidatas/os a cargos provinciales”, reza el escrito de la Mesa Nacional de JxC.
En este sentido, Domingo Amaya se expresó a contramano del frente, criticando las internas cerradas como mecanismo y destacando el rol de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias).
“Creo que las internas cerradas nunca han sido efectivas, esto se fue desvirtuando con el tiempo. Las PASO es una herramienta muy buena porque están todos los partidos obligados a votar con sus afiliados, donde no haya ningún tipo de mala intención por uno y por otro; solo de esa manera la gente tendría sus verdaderos representantes”, enfatizó Amaya.
“Creo que estamos en un espacio en donde todos podemos tener la oportunidad. No significa que así sea, ya veremos, no hay que adelantar nada”, finalizó el actual diputado nacional.
Domingo Amaya quiere dar el batacazo. ¿Se cumplirá la famosa Ley del Ex?