El gobernador electo, Osvaldo Jaldo, convocó a la cúpula policial y al Ministerio de Seguridad para analizar la situación de la provincia. Evalúan la posibilidad de que guardiacárceles colaboren con las dependencias policiales.
El jefe de Policía, Julio Fernández, el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, el gobernador electo, Osvaldo Jaldo, y el subjefe de Policía, Sergio Sobrecasa.
La (in)seguridad volvió a ganar los primeros planos de la agenda pública en las últimas semanas. Luego de que trascendieran versiones sobre cambios masivos en el área, incluso antes de que Osvaldo Jaldo asuma formalmente la Gobernación, se sucedieron varios hechos que generaron impacto en la sociedad y en el propio Gobierno.
Ramón Sánchez (45 años) y Víctor Lazarte (22), ambos policías, fueron asesinados con una semana de diferencia en la zona sureste de la provincia. Los dos fueron víctimas de robos que escalaron cuando los homicidas se dieron cuenta de que eran agentes de la Policía de Tucumán. La situación causó estupor en las filas del cuerpo policial y circularon falsos rumores de que podría haber medidas de fuerza. Autoridades del ministerio negaron que haya malestar y descartaron esas versiones.
Sin embargo, hubo otros sucesos que dieron que hablar en la provincia: múltiples fugas en diferentes dependencias policiales sumaron un total de 17 personas prófugas. La Policía, hasta el momento, recapturó a diez y quedan pendientes dos evadidos de la comisaría de El Manantial, uno de la Comisaría Tercera, dos de Famaillá, uno del Destacamento Falivene y uno más de la Comisaría Sexta. También hubo un intento de motín en la Comisaría Octava, sofocado por los policías en pocas horas.
Esto generó cambios en distintas áreas de la Policía, especialmente en la Unidad Regional Capital y en la Sur. Las modificaciones no fueron tranquilas tampoco: uno de los designados rechazó el puesto luego de haber sido anunciado por le propio ministro, Eugenio Agüero Gamboa, en diálogo con la prensa.
Todos estos temas llevaron a que el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, convoque a la cúpula policial y al Ministerio de Seguridad para analizar medidas urgentes y buscar soluciones a todos estos problemas. Este jueves a primera hora será la reunión en Casa de Gobierno y luego de la reunión podría haber más cambios en la plana mayor.
La crisis carcelaria en Tucumán es de largo arrastre. Las comisarías, lugares donde no debería haber condenados o procesados, se encuentran colapsadas en su capacidad. La construcción del nuevo penal en Benjamín Paz promete descomprimir la situación, pero al tratarse de una obra de gran envergadura no se sabe a ciencia cierta cuándo podrá ser inaugurada. El ministro de Obras Públicas, Fabián Soria, declaró que "viene muy avanzada la obra" y puso como fecha tentativa de inauguración mayo de 2024. Hasta ese mes, se podrían habilitar algunos sectores para ir trasladando paulatinamente a algunos presos de las comisarías.