VIDA RELIGIOSA

Arranca en Tucumán un mes dedicado a la Virgen de la Merced

Con la bajada de la imagen desde su camarín, la arquidiócesis dio inicio, este 15 de agosto, al Mes de la Virgen. El arzobispo Carlos Sánchez presidió la misa central.

16 Ago 2024 - 23:24

(Foto: Facebook de Basílica de la Merced)

En Tucumán, la solemnidad de la Asunción de la Virgen marcó el comienzo de un periodo de devoción centrado en la figura de Nuestra Señora de la Merced. Con la bajada solemne de su histórica imagen desde el camarín, inició el Mes de la Virgen, un tiempo especial para los fieles que rinden homenaje a la figura a quien el general Manuel Belgrano entregó su bastón de mando, nombrándola Generala del Ejército.

La comunidad tucumana comenzó la tradicional novena en preparación para las festividades patronales que se celebran el 24 de septiembre. Ese día está dedicado a la advocación mariana de Nuestra Señora de la Merced, una fecha profundamente arraigada en la fe y la cultura local. La basílica homónima, ubicada en el centro de la ciudad, se llenó de fieles que, entre aplausos y expresiones de fervor, participaron en los actos que marcaron el inicio de este tiempo de oración y reflexión.

El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, presidió la misa inaugural, acompañado por el obispo auxiliar, monseñor Roberto Ferrari, y por el párroco de la Victoria, padre Abel Álvarez. Durante la celebración, monseñor Ferrari enfatizó que "esta celebración es el inicio de un tiempo de preparación hasta la novena patronal de septiembre". Sus palabras resonaron con fuerza entre los presentes, subrayando la importancia de la misión que acompaña a la devoción a la Virgen de la Merced. “María nos invita a ser, como Ella, misioneros del Reino de Dios”, expresó, destacando que, durante este mes, la imagen visitará diversas parroquias de la arquidiócesis.

La imagen de la Virgen de la Merced descendió de su trono con la intención de acercarse aún más a los tucumanos y peregrinos. "En este tiempo, María baja de su trono para estar más cerca de nosotros, de los tucumanos y de los peregrinos, para acompañarnos, recibir nuestros pedidos y darnos sus gracias", señaló monseñor Ferrari. Esta cercanía es un símbolo de la conexión profunda que existe entre la comunidad y la figura mariana, vista no solo como un ícono religioso, sino como una guía y protectora.

Tras la emotiva bajada de la imagen, los fieles se reunieron para rezar el rosario, elevando plegarias por diversas intenciones. La oración comunitaria precedió la celebración eucarística, un momento central en el que se reafirmó la devoción a la Virgen de la Merced. Concluida la misa, se llevó a cabo el envío y la bendición de los misioneros de la Virgen, quienes, durante este mes, acompañarán las visitas de las réplicas de la histórica imagen a diferentes comunidades parroquiales. Este gesto simboliza el compromiso de llevar el mensaje de la Virgen a todos los rincones de la región.



El Mes de la Virgen de la Merced es un tiempo de profunda espiritualidad en Tucumán. La comunidad se une en oración, reflexionando sobre los valores y enseñanzas que emanan de esta advocación mariana. La Adoración Eucarística, que cerró los actos de la jornada inaugural, ofreció un momento de recogimiento y conexión espiritual para los presentes, subrayando la centralidad de la Eucaristía en la vida de fe.

A lo largo de este mes, la figura de Nuestra Señora de la Merced recorrerá diferentes parroquias, llevando consigo un mensaje de esperanza y renovación espiritual. La participación activa de la comunidad en estos eventos refleja la vigencia de una devoción que ha sido parte integral de la identidad tucumana por generaciones. Cada acto, cada oración, cada visita de la imagen, son expresiones de un amor profundo hacia la Virgen, quien, desde su lugar en el corazón de los fieles, continúa siendo una fuente inagotable de gracia y protección.


El fervor que se vive durante el Mes de la Virgen en Tucumán es testimonio de una tradición que ha sabido perdurar a través del tiempo, adaptándose a las nuevas realidades sin perder su esencia. La Virgen de la Merced sigue siendo una figura central en la vida religiosa y cultural de la región, y su imagen, tanto histórica como simbólica, continúa inspirando a quienes buscan en ella consuelo, guía y fortaleza.


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