El cuerpo del Papa será expuesto a los fieles en la basílica de San Pedro dentro del ataúd abierto, y no más colocado sobre una plataforma elevada.
El "Ordo Exsequiarum Romani Pontificis" es un libro grueso con portada roja, que fue aprobado a finales de abril de este año. Reemplaza la edición anterior, que databa de 2000 y que fue utilizada en las exequias de Juan Pablo II en 2005. Este nuevo rito "subraya que las exequias del pontífice romano son las de un pastor y discípulo de Cristo, y no las de un hombre poderoso de este mundo", explicó Monseñor Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias.
De esta manera, se mantienen las denominadas "tres estaciones", las cuales hacen referencia a los pasos a seguir tras la muerte de un pontífice: la constatación de la muerte se realizará en su capilla privada, en lugar de en la habitación e inmediatamente el cuerpo se depositará en el único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica.
Antes, el cuerpo era llevado hacia la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía el pontífice, pero Francisco vive en la residencia de la Casa Santa Marta, motivo por el cual dicho paso fue eliminado.
En cuanto a la segunda estación, el féretro se cierra en la víspera de la misa exequial, y el el cuerpo del papa difunto se expone directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora. Tampoco se colocará el báculo papal junto al féretro durante esta exposición.
Finalmente, se elimina la tradición de enterrar a los papas en tres ataúdes, uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble y otro de madera. Asimismo, durante las ceremonias religiosas se usarán títulos más sencillos, como “papa”, “obispo de Roma” y “Pastor” eliminando, por ejemplo, “Romano Pontífice”. También se eliminó la llamada "Cámara Apostólica", un colegio de eclesiásticos que asiste al cardenal camarlengo durante la gestión de la Sede Vacante. (Fuente Ámbito)