El Hotel Sheraton fue el escenario de un verdadero fiestón que convocó a personas de todas las edades que bailaron al ritmo de los hitazos. La creación del productor Hernán Iramain se supera en cada edición y se viene la segunda del año. VIDEO
Una fiesta sin igual.
Cuando los primeros acordes de Viejo Lobo sonaron en el salón principal del Hotel Sheraton, el Rey Pelusa ya llevaba tocando cerca de una hora. La Retrofiesta había abierto sus puertas con luces y una presentación digna de Las Vegas. A esa altura de la noche, ya superada las cinco, había espacio para desplegar los pasos de baile típicos del cuarteto del Rey.
Ese temazo, clásico de todos los tiempos, marcaba el clímax de la ya tradicional fiesta que celebraba sus 17 años tirando el hotel por la ventana en una edición que confirmó una sola realidad: cada Retrofiesta se supera a sí misma y ya se anunció la segunda fecha del año: el sábado 17 de septiembre en el Sheraton con el show estelar de El Símbolo.
Ideada y producida por Hernán Iramain, la Retrofiesta nació con la idea de divertir a aquellos que superen los 30, los 40 y los 50. Pero desde entonces, el tiempo siguió pasando, y muchos sub 20 que miraban de reojo aquellas primeras ediciones de fiestas para más grandes disfrutan tirándose unos pasos en los temas de Vilma Palma, El Símbolo, Cristian Castro y hasta Erasure.
En la entrada nomás, una fila larga y fluida de mujeres esperaban su turno para pintarse la cara. Motivos coloridos que iban desde figuras abstractas hasta mariposas y flores adornaban los rostros. Entre luces bolicheras que recordaban las mejores noches de La Fábrica, Gasoil, La City y hasta Tiffany’s, desde el entrepiso del VIP se observaban los salones colmados y cómo una marea de gente sincronizada se movía al ritmo de los hitazos que sonaban unos tras otros.
Ahí arriba, el mejor champagne, el fernet y la cerveza no dejaban de correr de mano en mano gracias a la los expeditivos mozos que, amables y generosos, no dejan a nadie sin vasos llenos ni botellas vacías.
Antes de que comenzara el gran show que dio cierre a la noche inolvidable, hubo un momento muy especial, el más emotivo, el que conmovió a los presentes y en especial a Hernán y a la familia del querido Rubén Urueña, quien nos dejó hace una semana, pero que vive en el corazón de cada de quienes disfrutaron de un momento sin igual.
Antes y después del momento más emotivo, el anfitrión Hernán Iramain subía y baja las escaleras, no paraba un segundo, recibía a cada uno de los invitados al fiestón y se ocupaba de que no les faltara nada a nadie. Entre ellos, estaba grandes de la noche tucumana como Ricky Farías padre y Ricky Farías hijo quienes se saludaban con medio mundo y que no dudaron en bajar a ver en vivo al gran Rey Pelusa.
La noche avanzaba y empezaba extinguirse sin nunca haber bajado el ritmo, dejando al gran cuartetero para el final. Quienes no la hayan conocido del todo, al escucharlo sabrá que no tiene una canción que no sea un clásico, y entre "Vivo de Bar en Bar" y su muy mejorada versión del tema de Emanuel "Tengo Mucho que Aprende de Ti", los pocos solitarios que aún quedan buscando pareja aprovechan para encontrase en alguna mirada cómplice y tomarse las manos, dar algunas vueltas al son cordobés y tal vez compartir el regreso a casa.
Los salones se vaciaron, la avenida Soldati se llenó, los taxis iban y venían, algunos hacían filas en el oportuno food truck del frente, otros solo caminaban, muchos se quedaron a pasar la noche en las suites del hotel y hubo quienes volvieron manejando sin problemas. Sea como sea, había terminado un sábado inolvidable, pero no un sábado más, sino el sábado más esperado, el que marcó el gran regreso de la Retrofiesta, dejándonos con ganas de más, ganas que se saciarán el próximo 17 de septiembre, de la mano de El Símbolo, sí, así, así, levantando las manos, así, así...
"¡Para ustedes!". Hernán Iramain celebró su cumpleaños y el de la Retrofiesta cada día mejor.
"¡Para vos!". El momento más emotivo de la noche: Rubén Urueña, presente.
¡Lo que se viene!