En la localidad de Alta Gracia se encuentra una de las viviendas donde creció el líder revolucionario Ernesto Guevara. Cómo es el museo que, aseguran, es el más visitado de Córdoba.
Movido por el deseo de conocer los lugares donde vivió El Che Guevara, estoy en Alta Gracia un sitio obligado para los seguidores del revolucionario argentino.
En una de las casas donde vivió Ernesto Guevara con su familia durante su niñez funciona el museo, ubicado en el barrio Carlos Pellegrini en una zona de casas antiguas que dan al lugar un tono de zona residencial. He llegado a las nueve de la mañana y pienso que soy el primer visitante. Pago mi entrada que son 40 pesos argentinos, 200 para extranjeros me dice la mujer de la boletería.
La casa, un viejo chalet restaurado, presenta una galería en la entrada con una estatua de Ernesto niño sentado sobre la pared. Dos hombres me reciben y me explican el procedimiento del museo. Todo está perfectamente señalizado. El primer lugar del recorrido es la que fuera la pieza del Che y su hermano Roberto. Hay una cama de hierro que tiene sobre ella un pantalón, una camisa y un chaleco de lana marrón más un inhalador para el asma. Una pareja mira el cuarto, ellos han llegado antes que yo.
- ¿De dónde son? – les pregunto.
- De Montevideo, Uruguay- me dice el muchacho- la mujer asiente con la mirada y un leve movimiento de cabeza.
- ¿Vinieron por el Che?
- Si, él es seguidor del Che- dice la mujer. Emiliano, que así se llama, asiente.
- Soy un admirador de él, por eso estamos aquí. Ya estuvimos en Rosario en la casa donde el nació. Mi sueño era venir para aquí, conocer el museo, ver donde vivió durante su infancia.
Pienso que no soy el único que admira al Che. Su figura ha traído a estos uruguayos hasta un lugar tan remoto como lo es para ellos Alta Gracia. Reflexiono sobre la importancia que tiene para los extranjeros El Che y qué hace que una familia viaje hasta Córdoba para conocer donde vivió Ernesto Guevara.
- Queremos conocer el norte de Argentina, Tucumán, Jujuy y pasar a Bolivia- mi sueño es conocer La Higuera en Bolivia, el pueblo donde lo mataron.
- ¿Están parando aquí en Alta Gracia?
- No, estamos en Córdoba, de allí nos vinimos. Andamos en nuestro auto. Felicitaciones por el campeonato del mundo- me dice Emiliano y junto a su mujer Noelia me dan un abrazo.
- Muchas gracias- Es la primera vez que me saludan por ser campeón del mundo. Me siento ahora como una especie de embajador argentino - ¿Son admiradores de Messi? - les pregunto.
- Sí, dice Noelia - Mi hijo lo ama y señala un niño de ocho años. Cuando estuvimos en Rosario fuimos a la casa de Messi- saca el teléfono y me muestra la foto de ellos en la vereda de una casa. Es en el barrio La Bajada, pero si pones la casa de Messi en Google te aparece.
- ¿Les gusta Argentina?
- Me encantó… Yo no me siento un extranjero aquí, es como estar en mi casa- dice Emiliano. Ahora estamos en la segunda pieza donde se exhibe una bicicleta con motor de Ernesto con la que realizo sus primeros viajes por el norte de nuestro país.
- ¿Son admiradores de Maradona? Les pregunto ahora que hemos entrado en confianza.
- Si me encanta el Diego- dice Emiliano.
- Yo me llamo como él - Le muestro mi DNI.
- Diego Armando, un placer saludarte. ¿De qué año sos?
- 1980
- Tus viejos fueron unos visionarios, apostaron con vos.
- Mi vieja trabajaba en alpargatas y los compañeros le tocaban la panza y decían este va ser varón, ponele Diego Armando. En esa época se jugó el mundial sub 20 en Japón donde Maradona salió campeón juvenil.
- Mi viejo trabajo en un Alpargatas que había en Montevideo
- Mira vos, qué mundo pequeño.
En la sala siguiente esta la motocicleta, La Poderosa, la mítica Norton de 500 cilindrada con la que Ernesto y Alberto Granados recorrieron Argentina y Latinoamérica entre 1951 y 1952. Encima, en una repisa, se ven los restos de Alberto Granados.
- Aquí están parte de los restos de Alberto que pidió ser repartido entre Argentina, Cuba y Venezuela- dice Esteban que es uno de los guías del Museo del Che.
- La moto ¿es la original? - pregunta Emiliano.
- No, esta es un replica, la original la perdieron en Chile en su viaje.
- ¿Les costo armar la moto? - pregunto.
- La verdad que sí, nos llevó cinco años armarla, se fue armando en base a un cuadro de la moto, y las demás piezas se fueron donando, otras se compraron- continúa Esteban.
A simple vista, la motocicleta de la fotografía y la replica son iguales. Solo los ojos de un experto reconocerían la diferencia.
José, que es otro de los guías, se suma a la charla.
- ¿Te gusta trabajar aquí?
- Imagínate, cuando empecé a trabajar en La Muni era de recolector de basura, y un día me preguntaron si quería trabajar en el Museo porque faltaba gente, yo dije que sí, soy un militante. Estar aquí es un honor para mí.
- Qué es lo más raro que te paso aquí
- Todo es raro, cada uno que viene para aquí trae algo en la mochila. Me refiero a algo que lo mueve a estar aquí. De golpe, viene gente que vino porque este era el sueño de su padre. Te aseguro que vos traes algo en tu mochila- me mira y yo atino a abrir mi mochila.
- Me refiero a una razón
- Sí
- ¿Ves? todos los que vienen aquí traen algo en su mochila de la vida y eso es lo sorprendente. Me pasó que, de golpe, esté el embajador de Ecuador y veas una limosina afuera. O que esté Leo Sbaraglia dando vuelta por aquí. También vino Juan Martín Guevara, el hermano del Che, que se quedó a comer un asado con nosotros y a comer pizzas y vos decís: ta loco, estoy con un hermano del Che. Aquí viene gente de todas partes del mundo.
“Antes de la pandemia tuvimos un promedio de 800 a 1200 visitantes por día. Después de la pandemia, fue subiendo de a poco, de unos 40 por día a 400 que tenemos hoy, este es el museo que mas ticket vende en todo Córdoba”, dice José orgulloso.
- ¿Vino Rodrigo de la Serna? - el actor de la película Diarios de Motocicleta que se hizo en base al viaje de Granados y Guevara.
- Sí, vino como cuatro veces creo- dice José. -Unas veces vino a conocer y otra vino a tocar con su banda y se llegó por aquí.
- Lo más raro es que nosotros somos de aquí, y no sabíamos que el Che había vivido aquí, hasta que rastrearon la casa que hoy es museo. Eso no se enseña en la escuela. Hace poco, llegaron unos turistas franceses y decían que era como lo habían estudiado en la escuela, por el museo y la vida del Che. Sabían de Juana Azurduy, nosotros no sabemos eso le dije, pero sabemos de la Revolución Francesa.
- Cuando en 1997 encontraron los restos de Ernesto Guevara aquí se armo un revuelo y se propuso desde un partido político rastrear la casa donde vivió Ernesto con su familia. Aquí vivió en diferentes casas en la zona, pero esta fue en la que mas estuvo. Así que se hizo la propuesta en 1998 y recién en el 2000 se aprobó y en 2001 se creó el museo- dice Esteban.
- ¿Qué piensan del Che los ciudadanos de Alta Gracia? -
-Hay quienes lo odian y quienes lo aman, yo diría un 50 y 50. Este es el museo más visitado y a la vez el más criticado. Aquí viene más gente que a otros, pero es el que más críticas recibe, dicen cómo va a tener un museo un asesino, un guerrillero y ese tipo de critica- dice Esteban.
En la casa se ven las fotos de Fidel Castro y Hugo Chávez junto al libro de firmas de visitas ilustres.
Alta gracia, ubicada al sudoeste de la provincia de Córdoba, es una ciudad construida sobre el pie de la sierra, con decir que el viajero que llega a través de los 38 km de la ruta número cinco que la separan de la capital cordobesa, se encuentra con la avenida Liberador General San Martin, que es una avenida que sube a mediada que se va hacia el oeste. El casco histórico está en el centro de la ciudad, rodeada por La Estancia jesuítica y a casa del Virrey Liniers, que tiene al frente la torre del reloj que hoy hace las veces de un centro de información cultural a cargo de la Municipalidad de Alta Gracia, detrás se ve El Tajamar, un dique artificial que fuera construido por los jesuitas para tener agua para regar sus campos. La familia Guevara llegó a estas tierras por prescripción medica luego de que el pequeño Ernesto fuera diagnosticado como asmático, por lo que se le recomendó a la familia que vivieran en Alta Gracia. La familia vivió allí durante once años y en diferentes domicilios, todos en la misma zona.