Memoria, verdad y justicia

“Isauro Arancibia es un símbolo de lucha y entrega apasionada por los ideales para los docentes tucumanos”

A 49 años de la noche en que el maestro tucumano fue asesinado por el terrorismo de Estado, el gremio docente de la provincia lanzó una reedición de “La oruga sobre el pizarrón”, el libro de Eduardo Rosenzvaig. El legado de Arancibia en tiempos de negacionismo: “Hoy está costando enseñar lo sucedido durante la dictadura”.

24 Mar 2025 - 22:01

En Tucumán, la primera víctima de la cacería desatada por el terrorismo de Estado fue un maestro al que, antes de acribillarlo, le robaron un par de zapatos nuevos. En la lluviosa y tenebrosa madrugada del 24 de marzo de 1976, Isauro Arancibia y su hermano Arturo llegaron al domicilio de Congreso y Las Piedras donde funcionaba la sede de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP) cuando los sorprendió una patota de la Brigada de Investigaciones de la policía provincial. Fueron alrededor de 170 disparos los que recibieron los maestros en la hora cero de la última dictadura cívico militar. “No es justo que un maestro ande descalzo por el cielo”, postula el escritor tucumano Eduardo Rosenzvaig en “La oruga sobre el pizarrón”, el libro que traza el retrato de este emblema de la educación en la provincia y que acaba de ser reeditado por el gremio a través de las editoriales locales La Papa y Libros de Tucumán. La obra se presenta este martes 25 de marzo en el Salón de las mujeres monterizas (Leandro Aráoz 270, Monteros) en el marco de las conmemoraciones por el mes de la memoria. 

Isauro Arancibia fue maestro rural, uno de los fundadores de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y referente histórico de ATEP. A 49 años del golpe militar que cercenó su vida, su nombre sigue siendo una bandera para los educadores tucumanos. Alejandro Agudo, docente de artes plásticas y miembro de la comisión directiva del gremio, es uno de los artífices de la reedición del libro de Rosenzvaig, de quien fue alumno: “Eduardo, aparte de ser un excelente escritor era una gran persona, tremendamente generosa y sabía despertar el interés por el conocimiento. Era un escritor incansable, muy profundo y serio en sus investigaciones. Tenía una capacidad de oratoria terrible, podías estar horas escuchándolo hablar de un tema Su obra es riquísima, por ende, su legado es muy valioso para la cultura y la historia tucumana”.

-¿Cómo surgió el proyecto de reeditar la Oruga sobre el pizarrón? 

- El proyecto de reedición surge de la misma idea de recuperación de nuestro gremio, creemos que recuperar el gremio no es tan solo una tarea de cambiar la dirigencia y los manejos institucionales, sino que también tenemos como tarea ineludible recuperar la memoria, la historia que evidentemente en las gestiones anteriores se encargaron de tapar. Nosotros, que llevamos el nombre de Isauro Arancibia en la agrupación docente que nos llevó a la victoria en las últimas elecciones, creemos que seguir planteando los valores de lucha de Isauro es una obligación.

La intervención más importante fue la de Marina Rosenzvaig y, a través de ella, toda su familia, quien puso a disposición los derechos de la obra de Eduardo Rosenzvaig sin ningún fin de lucro, solo con la intención de que el legado su padre se siga difundiendo. Yo como vocal de la Comisión directiva de ATEP, como docente y como ex alumno de Eduardo fui el promotor de este proyecto que lo tenía de hace años en mi mente. En este proceso también contamos con el apoyo de Jorge Leguizamón Torchan quien es parte de la dirigencia de ATEP y el que aportó material fotográfico y un hermoso poema que se adiciona al libro.

 

-¿Qué significa la figura de Isauro Arancibia para los docentes tucumanos y cuál crees que es su principal legado?

- La figura de Isauro es un símbolo de lucha y entrega apasionada por los ideales para los docentes tucumanos, si bien vemos mucha docencia joven que no conoce en profundidad la historia de Isauro, pero tiene una idea de lo que fue su lucha su trágica muerte. Por eso la idea de hacer llegar este libro a todas las escuelas tucumanas. Creo que su principal legado es el ejemplo de lucha e integridad como dirigente, que peleó hasta las últimas consecuencias por un ideal de justicia y unidad sindical.

 

-¿Cuál es la importancia de visibilizar una historia como la de Isauro Arancibia en un contexto político como el actual?

-La importancia de visibilizar hoy la historia de Isauro es lo más urgente. En momentos en donde vemos que reina el individualismo y que el movimiento sindical cada vez se atomiza más, urge la necesidad de revalorizar el ejemplo de unidad qué dejó Isauro, no olvidar que fue uno de los creadores de La CETERA, esto nos muestra la visión tan amplia que tenía Arancibia.

 

-¿Cómo se enseña lo sucedido durante la última dictadura militar en tiempos donde han avanzado los discursos negacionistas?

Hoy está costando enseñar lo sucedido durante la dictadura, la escuela pública sigue siendo el lugar donde se puede hablar de estos temas que, si bien en la currícula están presentes, muchos docentes no los abordan con la debida importancia que se le tiene que dar a la memoria y los derechos humanos. El discurso negacionista que tiene el gobierno nacional es muy fuerte y la educación tiene que contrarrestarlo.

 

-¿Cuál crees que es el rol social de los docentes en la actualidad? ¿Cuáles son los principales desafíos que afronta hoy un docente en las aulas?

- Creo que el principal rol del docente hoy es educar con un espíritu crítico en todas las áreas del conocimiento. Hoy es crucial el rol del docente ya que por las redes sociales los niños y los jóvenes reciben mucha información falsa y distorsionada.

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