Agu Pedernera lo hizo de nuevo: junto a su madre grabó una pieza audiovisual magistral con un mensaje tan potente como necesario en los tiempos que corren. Ya dénle los 100 mil dólares. VIDEO
La naturalización de la violencia doméstica es un guiño clave a la cultura tucumana heredada. Foto: IG
"Mamá, me voy a la casa de mis compañeros a hacer el trabajo de Tecnología y ya vuelvo". Así comienza la nueva pieza audiovisual comunicacional que confirma a Tucumán como una meca publicitaria sin igual.
Herederos del Número 1, los influencers tucumanos como Agustín Pedernera vuelven a subir la vara dramática actoral con giros inesperados en apenas 55 segundos.
Nada hace pensar que a la primera línea de ese guión entre un joven y su madre le seguirá una frase contundente que abre la tensión de la publicidad: "Tenemos que hablar".
Siempre con guiños escatológicos como si se tratase de una película de los Farelly Brothers, el actor tucumano se ataja antes del golpe materno: "Si es por lo del baño, se ha trancado solo. La sopapa ha tenido la culpa".
Pero no es del baño de lo que la madre del joven quiere conversar: "De otra cosa te quiero hablar: ¿Vos ya andás haciendo las cosquillitas secretas quenó?". Ante la pregunta, el joven reacciona como cualquier joven: "¿Qué? ¡No! Bueno, ¡sí! Pero no quiero hablar de eso con vos".
Ante este escenario, llega el mensaje contundente y necesario para los tiempos que corren: "Mirá, hijo, no me interesa ni con quién lo hacés, si lo hacés en lugares raros o en el parque. Solo quiero que estés seguro, papá".
Cuando la madre saca de la riñonera una caja de preservativos marca PlayBoy, el final se desencandena: "Usá PlayBoy: evitá conversaciones incómodas y sorpresas inesperadas". Mirá el video. Una obra de arte: