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Héctor recorre 232 kilómetros en su silla de ruedas para pedir por los jubilados

TRAVESÍA

Tiene 24 años y transitará 232 kilómetros desde su casa hasta la gruta de la Virgen, en San Fernando de Catamarca. "Quiero que los políticos presten atención a lo que sucede".

  • 02 Dic 2016 - 15:47

Fotografía tomada por el Ministerio de Salud de la Provincia.




Héctor recorre 232 kilómetros en silla de ruedas para pedir por los jubilados

Sorteando obstáculos, Lucrecia lucha para ser el sostén de su hogar

Tiene 24 años y recorre 232 kilómetros desde su casa hasta la gruta de la Virgen, en San Fernando de Catamarca. 
Héctor José Barrionuevo o “René”, como le gusta que le digan, se maneja por la vida en silla de ruedas. Pero lejos de ser un impedimento, es un empuje. Juega al básquet, hace natación y le gustan todos los deportes. 
Es por eso que no le hizo falta entrenarse para la travesía que emprendió ayer y que finalizará el 6 de diciembre. Recorrerá entre 42 kilómetros diarios, dependiendo del clima, el cansancio y las distancias, para llegar a San Fernando del Valle de Catamarca a cumplir con su promesa anual de visitar a la Virgen del Valle.
Lo acompañan sus padres, Héctor y Juana, su cuñado y su hermano. Y la gente de los pueblos que año a año lo reciben y le prestan techo y comida.
“Este año, pido por el bienestar de los jubilados, en contra de la droga y de la trata de mujeres, problemas muy frecuentes hoy en día”, cuenta René mientras espera que llegue a Monteros la ambulancia del 107 que lo acompañará por los próximos kilómetros. Además, lo hace por motivos personales: “Quiero que todos vean lo que puedo hacer, que soy igual a los demás”.

Héctor José Barrionuevo o “René”, como le gusta que le digan, se maneja por la vida en silla de ruedas. Pero lejos de ser un impedimento, es un empuje. Juega al básquet, hace natación y le gustan todos los deportes. 

Es por eso que no le hizo falta entrenarse para la travesía que emprendió ayer y que finalizará el 6 de diciembre. Recorrerá entre 42 kilómetros diarios, dependiendo del clima, el cansancio y las distancias, para llegar a San Fernando del Valle de Catamarca a cumplir con su promesa anual de visitar a la Virgen del Valle.

Lo acompañan sus padres, Héctor y Juana, su cuñado y su hermano. Y la gente de los pueblos que año a año lo reciben y le prestan techo y comida.

“Este año, pido por el bienestar de los jubilados, en contra de la droga y de la trata de mujeres, problemas muy frecuentes hoy en día. Quiero que los políticos presten atención a lo que sucede”, explica René mientras espera que llegue a Monteros la ambulancia del 107 que lo acompañará por los próximos kilómetros.

Además de sus brazos, lo empuja su historia: “Quiero que todos vean lo que puedo hacer, que soy igual a los demás”.