Un tucumano forma parte de la Academia Nacional de Ciencias Morales
Sergio Díaz Ricci, vocal del Tribunal de Cuentas y docente de la UNT fue designado como miembro de la institución.

Sergio Díaz Ricci fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales. Foto: Sec. de Comunicación Pública
Sergio Díaz Ricci, vocal del Tribunal de Cuentas de la Provincia y titular de la cátedra de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán, fue designado como miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas por la institución. El acto se llevó a cabo la semana que pasó en Buenos Aires y fue presidido por Jorge Reinaldo Vanossi.
Tras la designación, formalizada en Buenos Aires la semana pasada, Díaz Ricci expresó que: “Es una distinción que nos complace enormemente porque significa también que Tucumán se hizo presente como miembro correspondiente en representación del noroeste, en una de las academias reconocidas nacional e internacionalmente”.
“Es notable que se reconozca a un tucumano, nacido y criado en la provincia. Esto lo tomo, no como un mérito individual, sino plural”, consideró el docente en referencia a los aportes formativos y de estudios en material social impulsados desde la Provincia.
El tema elegido por Díaz Ricci para su presentación fue la figura de Benjamín Paz, quien fuera gobernador de Tucumán e impulsor de la Constitución provincial de 1884 – la base de la actual ley superior-; ministro del Interior, durante la primera presidencia de Julio Argentino Roca; senador nacional en dos períodos; autor de la ley de Fe de Erratas, que significó una importante modificación del Código Civil en 1885; y fue presidente de la Corte Suprema de la Nación (Csjn) durante 10 años, desde 1892 hasta 1902.
“Benjamín Gorostiaga; Benjamín Paz; Antonio Bermejo; y Antonio Reppeto. Ellos definieron épocas en la conducción de la Corte, durante importantes momentos constitucionales de la historia”, explicó sobre su elección. Además, agregó que otro punto que lo impulsó a centrarse en la figura del tucumano fue la poca documentación que hace referencia al legado que dejó al presidir el máximo tribunal de justicia durante tres períodos constitucionales.