"¿Vos decís que es mito nomás?": la historia del perro familiar en latucumana
"Como tucumanos y tucumanas todos estamos atravesados por el ingenio, las cañas, por la zafra”: Nina Alegret charlo con Ana Pedraza sobre el mito y la verdad detrás de la leyenda más conocida por toda la provincia

Ana Pedraza entrevisto a la periodista Nina Alegret, quién después de investigar, nos cuenta la leyenda del familiar, el mito y la verdad detrás de esta historia que todos los tucumanos conocemos.
Ana: “Nos contaban los abuelos a nosotros antes, que se escuchaban los ruidos de las cadenas que se venía a llevar a un obrero, pero bueno no sé si es verdad o mentira, para eso estas vos que has averiguado bien sobre nuestra historia y nuestros mitos que hacen a nuestro Tucumán".
Nina: "Esta bueno saber de dónde vienen estos miedos. El perro familiar es la representación del diablo, un sujeto de pánico y terror. Digamos que desembarca con los españoles. Es muy de nuestro pensamiento cristiano, el bueno y el malo, dios y el diablo, obrar de una manera correcta o incorrecta, y en el medio no hay nada. Nuestros indígenas de aquí de américa tenían una aceptación mucho más grande de lo que sería el bien y el mal, como que se convivía de otra manera, por ejemplo, se hablaba del Urcupaya, que tiene que ver con entidades del bajo astral. Entonces había una aceptación de que todos somos buenos y todos somos malos, no había ni 100% bondad, ni 100% maldad. Las figuras del bajo astral eran las asociadas a cosas como la picardía, las bromas, los actos de envidia, la sexualidad, todo eso era broma del tío o del supai, como lo decían nuestros pueblos indígenas. En cambio, en la religión cristiana hablamos del bien y del mal, y ahí aparecen estas figuras que dan mucho miedo, como el perro familiar.
No es exclusivo de Tucumán, en realidad, son muchas las historias en donde hay cosechas, hay obreras, hay mucha recaudación económica y hay un perro aterrador, un demonio o un monstruo, porque pensar en un monstruo, en este caso un perro gigante, con cadenas, con los ojos rojos, que te come y todo eso es como un miedo muy primitivo”.
Ana: "Nina ha investigado sobre nuestra historia y sobre nuestros mitos, pero muchos de nosotros, nuestros abuelos, nuestros bis abuelos, nos contaban que había dueños ingenios que hacían pactos con el perro familiar, con el diablo y que cuando terminaba la cosecha entregaban a uno o a unos cuantos empleados como sacrificio para que la cosecha le vaya bien, eso me contaron a mi."
Nina: "Esa historia se contó hasta 1960, que es cuando en Tucumán comienza a existir la figura de la FOTIA (Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar)".
Ana: Escúchame Nina, la FOTIA está cerca de la radio, a mí ya me empezó a dar miedo
Nina: la FOTIA lo mato al familiar así que tranquila
Ana: “¿Ya murió? yo ando en bici por ahí y a veces hay destinos que nos toca ir a la madrugada, y ahí me empieza a agarrar terror a mí. Cuando pasas Alberdi o Aguilares, no recuerdo, pasas un lugar que le dicen El Impenetrable, porque es un lugar todo monte, no hay una luz y cuando yo voy ahí me empiezo acordar de todo lo que me contaba mi abuelo, mi tío, del perro familiar y la verdad que son cosas que uno lo lleva, que te han contado de chica, pero cuando estas en esos lugares pensas, ¿y si es verdad que existe el perro familiar y mi come con bicicleta y todo?, el cuiqui siempre esta."
Nina: “Lo que pasa es que se instaló muy fuerte, entonces son varios factores que hicieron que por más de 100 años se instale este mito. Hasta la FOTIA, nadie lo cuestionaba, nadie decía no existe. De hecho, la gente decía yo lo he visto, como me vas a discutir. En ese momento los dueños del ingenio tenían tanto dinero que era algo común salir de viaje cuando todavía el turismo era algo como que no existía. Pero ellos si viajaban. Ellos tenían contactos con los zares rusos, y ahí es que conocen a un perro que tenían los zares, que es el borzoi, es como un galgo muy peludo, muy alto. Imagínate vos andar por el campo de noche, cuando solo existía para alumbrar una candela, y que te aparezca un borzoi negro. Asi que si te dicen yo lo vi al perro familiar, y seguramente era un borzoi que le colgaban cadenas y todo eso. También se descubrió durante esas rondas nocturnas que el borzoi nunca andaba solo, sino que andaba con ayudantes, que era un sequito de personas que había que darle una mano"
Ana: “¿Vos decís que es mito nomas?”
Nina: “De que te mataba te mataba, pero no sé si era el borzoi. ¿Conoces la leyenda del Lobizon, Ana? El lobizon es el séptimo hijo varón de un mismo hombre que los viernes por la noche se convierte en lobizon, es una versión de un hombre lobo. La leyenda del lobizon se popularizo junto con la del perro familiar, entonces es como que mucha gente concluía que el hijo de era el familiar”.
Ana: “Ya se mezclaban las historias.”
Nina: “Se mezclaban las historias y Tucumán es una provincia que cree mucho en el diablo, o sea cree en dios pero cree mucho en el diablo. Bueno, con el lobizon mucha gente había empezado a matar a los séptimo hijos varones, no los mismos padres, sino la misma gente que pensaba que era el familiar. Por eso el presidente Roque Sáenz Peña instauro que el séptimo hijo varón es ahijado del presidente, entonces ahí se vuelve un poco más intocable”.
Ana: "Soy hijo del diablo, pero ahijado del presidente."
Nina: “Entonces se empiezan a entrecruzar los mitos y se arma toda una cultura en base al miedo, en base al demonio, al perro familiar. Este artículo se llama "Sacrificio y canibalismo". Canibalismo porque el ingenio es el que se come al peón, pero más allá del mito del familiar, por muchos años antes de que existan los derechos laborales el ingenio se comía al peón por los trabajos tan desgastantes que implicaba trabajar hasta 12 horas, la inseguridad, el trapiche que fue un elemento en todas las industrias azucareras del norte para desaparecer pistas, desaparecer gente. En el trapiche se mezcla todo, no queda nada. Quien haya tenido la oportunidad de conocer un trapiche se da cuenta que es algo realmente terrorífico de ver y de escuchar y muy imponente, te da miedo, te angustia un poco. Y por qué sacrificio, porque si bien es horrible para los obreros saber que te desaparecían a los compañeros, también hay una cuestión inconsciente de saber que para que haya mucha plata nunca es por algo bueno. Si el patrón anda bien es porque el ingenio anda bien, y si el ingenio anda bien, bueno alguien tiene que hacer el sacrificio. Es un sacrificio que hay que aceptar, y esa es una idea que duro 100 años, por eso el mito se arraigó tan fuerte, porque era horrible pero tampoco hay que cuestionarlo porque era algo que tenía que seguir pasando, es lo que tiene que suceder para que estemos bien y el ingenio siga andando”.
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