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Juntos por el Cambio intenta reponerse tras la derrota y ya piensa en las nacionales

votó tucumán

La diferencia frente al peronismo fue más amplia de lo esperado y la oposición busca reacomodarse en el escenario provincial. De cara a las PASO, comenzaron las negociaciones mientras se define la intendencia capitalina.





Ni los pronósticos más optimistas del oficialismo auguraban una ventaja superior a los 20 puntos de Osvaldo Jaldo sobre Roberto Sánchez. La gran elección en la Sección Capital, donde Rossana Chahla tiene muchas chances de ganarle la intendencia al alfarismo, arrastró hacia arriba la candidatura del tranqueño en un departamento siempre hostil al peronismo. El triunfo cómodo en el interior hizo el resto: a la espera de los números definitivos, los 540 mil votos de Jaldo y Acevedo por sobre Sánchez y Alfaro fue mucho más amplio de lo que ambos bandos pensaban en la previa.

Bien mirada, la elección de Roberto Sánchez no es mala. El exintendente de Concepción sacó 120 mil votos más que Silvia Elías de Pérez en 2019 y superó tranquilo el 30%. Es verdad que lejos estuvo de repetir la elección de 2021, en las que quedaron a apenas dos puntos del oficialismo, pero aquella disputa tuvo otra lógica y otro desarrollo: el peronismo llegaba herido tras una interna feroz y la oposición envalentonada luego de unas PASO muy favorables a nivel nacional. En este caso fue la oposición la que sobrevivió a una interna larga entre Sánchez y Alfaro, lo que claramente le terminó jugando en contra. También es injusto comparar elecciones provinciales con nacionales. Los acoples hacen su parte.

Entre las cosas positivas, el radicalismo mantuvo los tres municipios bajo su órbita: Pablo Macchiarola, reemplazante de Mariano Campero, y Paula Quiles, que sucederá a Sebastián Salazar, ganaron por amplia mayoría en Yerba Buena y Bella Vista. Un poco más ajustado, pero contra un rival de peso, Alejandro Molinuevo se impuso ante Raúl Albarracín en Concepción, cuna del candidato a gobernador. En cuanto a los legisladores, el histórico partido cosechó, al menos en el provisorio, seis representantes: Silvia Elías de Pérez, José Nicolás Saleme, Agustín Romano Norri y José Cano por Capital; Mariano Campero y Raquel Nievas por el Oeste. Sebastián Salazar, en el Este, no pudo ante la elección arrasadora de las listas manzuristas y jaldistas. Comparado con la composición actual, la Unión Cívica Radical (UCR) triplica sus fuerzas en la Legislatura, ya que actualmente cuenta solo con José Ascárate y José Canelada (electo concejal en San Miguel de Tucumán).

En el alfarismo, cuyo eje central es el Partido por la Justicia Social (PJS) pero tiene en su órbita numerosos acoples, la cosa no salió del todo bien. Aún con la confianza en sostener la municipalidad y que el conteo definitivo dé como ganadora a Beatriz Ávila, el intendente quedó golpeado tras la elección. Aunque en su cierre de campaña se adjudicó un “triunfo épico” al voltear la candidatura de Manzur, vía Corte Suprema, la ajustada elección en su terreno y el señalamiento de que perjudicó a la candidatura de Sánchez son golpes hacia su estructura. Es verdad que entre propios y aliados reunió cinco legisladores (Walter Berarducci, Freddy Toscano, Claudio Viña, Rodolfo Ocaranza y Rolando "Tano" Alfaro), que pueden ser seis si el exjuez Enrique Pedicone logra arrebatarle el último escaño por Capital a Hugo Ledesma en el escrutinio definitivo. Sin embargo, si finalmente Rossana Chahla gana la municipalidad, no es una locura pensar en que esos representantes migren hacia otras fuerzas o armen sus propios bloques.

El PRO en Tucumán logró un legislador por el Oeste, basándose en una buena performance en las ciudades como Yerba Buena, Monteros y Tafí Viejo. En el resto de la provincia, salvo una buena elección de Carla Porta como candidata a intendenta en Las Talitas (logró un 12% en el marco de una elección polarizada entre la familia Najar-Morghenstein), el macrismo “puro” no logró resultados destacables. Otra fuerza que compone a Juntos por el Cambio es CREO. El partido liderado por el triple renunciante a la vicegobernación, Sebastián Murga, consiguió una muy buena elección en Yerba Buena, donde consiguió dos concejales. Fuera de la ciudad donde ganó Macchiarola, sus números fueron bajos.

Agosto con internas

Con sensaciones desiguales tras la elección provincial, el calendario electoral no da tregua. Este miércoles cierra el plazo para inscribir alianzas de cara a las PASO. Se da por descontado que, a pesar de las tensiones a nivel nacional entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, no habrá un quiebre en la coalición opositora que aparece como favorita para ganar las presidenciales. Sin embargo, la interna es inevitable y el 24 de junio se anotarán ambos como precandidatos presidenciales. Sería lógico que Sánchez y Alfaro diriman mediante las PASO la disputa que tuvieron a lo largo del 2022 y que dejó a la coalición al borde de la ruptura en la previa de las elecciones provinciales (salvados por la intervención nacional). Incluso las alineaciones podrían repetirse, con CREO yendo junto a los radicales (dada su notable aversión a todo lo que se asemeje al peronismo) y los distintos sectores del PRO con uno o con otro. Pero existe un factor que complica la situación: el alfarismo está alineado con Rodríguez Larreta y el radicalismo con Gerardo Morales, gobernador de Jujuy. Ambos tienen una alianza y probablemente sean fórmula. CREO, por su parte, asegura bancar la candidatura de Patricia Bullrich. ¿Se dará una disputa entre la fórmula que peleó por la gobernación, por un lado, y el joven partido, por el otro? El reglamento interno y el establecimiento de pisos para entrar en la repartija de cargos serán las claves para definir esta cuestión. El PRO, intervenido, seguramente tendrá a sus representantes repartidos en ambas listas, si las hay.

La oposición buscará dar vuelta la página en las elecciones nacionales. En medio de la disputa de sus referentes nacionales, y con la mira puesta en el escrutinio definitivo, tienen escaso margen para la negociación y un acuerdo unitario. La rosca, de la que tanto reniegan algunos sectores, podría beneficiar a las fuerzas que quedaron claramente en minoría dentro de la coalición opositora.