"Gordillo tiene fecha de vencimiento": la bomba de Miguel Martín, su pasado "hippie" y el secreto del éxito a pesar de los porteños
El crack tucumano Miguel Martín la rompe toda en Carlos Paz y brindó una entrevista a fondo en la que habló de todo. De sus días "hippies" en Famaillá y las "razias" de la Policía que lo marcaron a fuego hasta los "artistas tucumanos que terminan hablando con tonada porteña".

¿Lo reconocés? (Foto tomada de La Nación)
Miguel Martín es todo un embajador de Tucumán y de la tucumanidad. Este verano, como tantas veces, la está rompiendo toda con el show de El Oficial Gordillo en Villa Carlos Paz, donde ya lo vieron más de 40.000 personas esta temporada. Este verano Gordillo es el N°1 y le gana a Pedro Alfonso, Fátima Florez, Lizy Tagliani o al que venga. "Lo doy todo", dice. Claro, mete tres días de doble función a la semana, más presentaciones en festivales. Un montón. Por eso, el diario La Nación le hizo una extensa entrevista donde habló de todo: hasta aseguró que "Gordillo tiene fecha de vencimiento".
"Cuando hago funciones en el Ópera o en el Gran Rex de Buenos Aires, mucho de ese público es gente de provincia que reconocen en mi manera de hablar a sus madres o sus abuelas. Es un público que se refleja en las anécdotas que cuento sobre la madre, el padre, el barrio, los compañeros y esa cotidianidad de vida que tenemos en los pueblos. Todo eso acá, en Carlos Paz, pega mucho. Yo creo que en el Norte, en el Centro o todo el interior del país todo eso se vive más intensamente. De la General Paz para adentro no me entiende nadie. Para afuera, tengo más éxito. El que vive en provincia, el que tiene barrio, me capta; por ahí no tanto el porteño", reflexionó Gordillo/Martín.
Sobre el público de lugares como Palermo, añadió: "¡No, no entiende qué hace ese milico en el escenario! Les da miedo. Soy como una especie de Alien (risas)".
También habló de los artistas tucumanos que terminan hablando como porteños y de su gran decisión: "De la General Paz para adentro es un mundo que mira a otros países. Que mira a Europa, que mira a los Estados Unidos o que se miran entre ellos y no tanto al interior. Mientras que nosotros, los del interior, estamos todo el tiempo pendientes de Buenos Aires. Yo de joven me fui a Buenos Aires para probar suerte, me fue como la m... y me volví aceptando que debía comenzar por Tucumán. Entendí que lo mío estaba en el Norte, que si salía de ahí no me iban a entender. Muchos artistas tucumanos que se van a Buenos Aires terminan hablando con tonada porteña, desde Mercedes Sosa a Palito Ortega. De alguna manera tuvieron que dejar de ser tucumanos. En mi caso, cuando volví a mi provincia empecé a hacer humor solamente para los tucumanos".
También contó su gran secreto, quizás la clave de su éxito: "Cuando empecé, me di cuenta de que no me entendían nada. Una vez, un salteño me contrató para animar una fiesta en Buenos Aires. Tenía que hacer un show de 40 minutos. No se rió nadie. Me miraban como preguntándose qué hacía ese milico con tonada tan extraña en escena. Luego de esas primera experiencias empecé a vocalizar un poco más, a abrir algo más la boca y a contar anécdotas no tan locales. Para actuar en Córdoba me suma mucho los videos de los shows que subo a YouTube. Mi sistema es: escribo un espectáculo, lo presento en Carlos Paz, lo hago girar un año o dos y lo subo a la red. Eso me genera más público para el teatro. Diría que es mi secreto".
"En vez de quemarlo, vinieron más ofertas para hacer el mismo espectáculo que estaba en la red. Así fue como empezó esta cadena interminable de dolor de cervicales que me impiden hacer más funciones semanales. Ahora tengo que escribir un nuevo show que lo empiezo a trabajar en abril. Me lleva mucho tiempo porque tiene que ser efectivo. Cada tres o cuatro frases la gente tiene que reírse, ese es mi lema", remarcó.
Gordillo también habló de los policías que lo marcaron en su infancia y juventud en Famaillá, y que inspiraron al personaje que hoy es una celebridad del humor: "En mi niñez, yo veía a los policías como personas muy graciosas como peligrosas. Tucumán tuvo mucho que ver con los militares en tiempos de la dictadura. Yo fui niño en los 80 y adolescente en los 90, y todavía estaba instalado el tema de las razias. Para averiguación de antecedentes, te subían a la camioneta. Yo nací con esa cosa hippie que viene de fábrica. Tenía pelo largo, usaba pantalones blancos, botas texanas...”, recordó.
Hacia el final de la entrevista, contó el día que se presentó para un público repleto de policías y arrojó una bomba impensada: "Gordillo tiene fecha de vencimiento".
"Para un aniversario. Estaba toda la cúpula de la Policía en un gran salón de Tucumán. Ese día era para reconciliarse o pelearse con todo. Nos terminamos reconciliando, muy pocos se enojaron. Igual, yo creo que Gordillo tiene fecha de vencimiento. Ahora son musculosos, hablan mejor que yo, tiene terciario y hasta universitario. Me están cagando el personaje", remató.