Daniela Medina tiene 19 y es estudiante de enfermería, desde hace un año es voluntaria de la organización “Sonreí, yo invito”. Con ella trabajan en campañas de donaciones para diferentes barrios necesitados de la provincia.
Una de las actividades principales de la organización es la recolección de donaciones de útiles escolares, ropa, agua potable y otros artículos de primera necesidad para Estación Morillo en la localidad de Rivadavia, Salta. Viajan para allí dos veces al año llevando lo recolectado, el próximo viaje será del 13 al 15 de abril.
Esta localidad de Salta, mayormente poblada por miembros de la comunidad Wichi, presenta unas estadísticas alarmantes en cuanto a la calidad de vida. Según las estadísticas del gobierno nacional tiene un 47% de la población con las necesidades básicas insatisfechas, mientras que el 67% es analfabeta.
Daniela Medina tiene 19, es estudiante de enfermería, desde hace un año es voluntaria de la organización “Sonreí, yo invito”. En la foto de arriba se puede ver la sonrisa dibujada de la joven al estar rodeada de los pequeños con los que trabajan en Salta.
Esta organización recolecta donaciones de útiles escolares, ropa, agua potable y otros artículos de primera necesidad para
Estación Morillo en la localidad de
Rivadavia, Salta. Daniela, junto los demás voluntarios, viajan para allí dos veces al año para llevar lo recolectado. El próximo viaje será del
13 al 15 de abril.
“Nos gustaría viajar más seguido pero como nos financiamos nosotros hay veces que se nos complica”, dice Daniela.
Esta localidad de Salta, mayormente poblada por miembros de la comunidad Wichi, tiene un 47% de la población con las necesidades básicas insatisfechas y el 67% es analfabeta, según las estadísticas del Gobierno Nacional.
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Daniela cuenta que también son importante las tizas, los pizarrones y las hojas que puedan conseguir debido a que no existen manuales escolares en Wichi.
La primera vez que Daniela volvió de una comunidad Wichi pensó en hacerse enfermera y vivir ahí.
“Las necesidades en salud son muy grandes en la zona. Tienen una sala que la usan como hospital ya que es el centro de asistencia más cercano”, afirma la voluntaria.
Realizar este tipo de tareas en la comunidad cambió la forma en la que Daniela se relaciona con su entorno: “Cuando voy vuelvo feliz y triste: por un lado es gratificante pero por otro también se ve todo lo que falta. Por ahí uno desperdicia agua o se queja de lo que hay para comer pero cuando ves que ahí faltan esas cosas básicas empezás a pensar de otra forma.”
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Para enviar donaciones:
Hasta el 18 de marzo la estamos recibiendo en el bar
Namasté (Av.Aconquija 2826). También se pueden comunicar por teléfono al
3815856342 (Cristian), 3815041355 (Melina) y 3816709450 (Daniela) o al
Facebook de la organización.