Bienvenidos a Plazoleta Mitre: bar, billar y reunión
POR LOS BARRIOS
Desde que abre la panificación San Marcos hasta que cierra lo del Tano: un viaje a las entrañas de las calles que le dan vida a una de las zonas más emblemáticas de Tucumán. VIDEO

Plazoleta Mitre brilla desde las alturas.
Los días empiezan temprano en la zona de plazoleta Mitre. Y hay cola en la panificación San Marcos, donde Karina saca el pan caliente del horno y la familia Zóttola nos entrega una sonrisa con el vuelto. Al frente la escena se repite en La Espiga de Oro, cada una con su clientela y el mismo amor para cada mesa del barrio El Bosque, Plazoleta, Don Bosco, depende del vecino.
Los días siguen por la avenida, relojeando las vidrieras para ver qué le hace falta a los chicos o a la abuela: unas zapatillas en Mirabella, galletitas en El Orden, algún que otro remedio en la farmacia Asunción, y el primer café de la mañana.
Los días se ponen calurosos cerca del mediodía en plazoleta Mitre: está ideal para averiguar precios en el gimnasio de Piotr, el Soviet, pero seguimos de largo para un corte fresco hasta la peluquería de Frasca, montado en un edificio de 1931, donde todos los vecinos del barrio se sentaron alguna vez para cortarse el pelo.
El pan del mediodía se moja en la salsa de las casas de plazoleta, mientras se prepara la viandita con el sanguchero para que los chicos vayan a la colonia de Asociación Mitre. Si en el comedor de diario hace falta algo, una visita por lo de Orlando se puede hacer: averiguar sillas, mesas, precios, a precio amigo, como hace más de 60 años.
Las tardes se ponen hermosas alrededor de la Plazoleta cuando empieza a caer el sol y ya es la hora de una achilata o del cortado: los muchachos salen a fumar a la vereda del Siglo 21 o Rucafé mientras las piezas del dominó hacen temblar las mesas del Tano y esperan la gran reinauguración de La Presentación.
Caída la noche, las señoras sacan las sillas a la calle, los chicos vuelven de la pileta, los negocios también dejan caer las persianas y sólo queda el neón de Los Eléctricos, todo mientras el humo del billar empieza a perderse en el cielo hasta el próximo día. Qué linda es la vida de barrio. Bienvenidos a Plazoleta Mitre: café, billar y reunión.