Sisto Terán habla por primera vez de Diciembre de 2001: "Le pedí de todo corazón a Tata Dios que no haya muertos"
Estaba a cargo de la gobernación de Tucumán cuando explotó el caos en Plaza de Mayo y cuando se desataron los saqueos. Su primera decisión, la bronca de los ahorristas, los insultos de los amigos y el ‘que se vayan todos’. Afirma que nunca tuvo miedo porque el miedo lo tenía la gente.

Sisto Terán. (Foto tomada de Facebook)
"Acá en Tucumán hay una gran tranquilidad, no pasa nada", le dijo Sisto Terán al gobernador Julio Miranda cuando lo llamó desde Buenos Aires para notificarle que había incidentes en la Plaza Mayo. Minutos después, aquel 19 de diciembre de 2001, ingresaban al despacho de Casa de Gobierno representantes de Gendarmería Nacional, del Ejército Argentino y de la Policía de Tucumán para notificar al vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo que el presidente Fernando De la Rúa había decretado el estado de sitio.
Antes de trasladarse a la Jefatura para coordinar el operativo con las fuerzas de seguridad, Sisto Terán hizo una parada muy especial: ingresó a la iglesia San Francisco, rezó un Padre Nuestro, tres Ave María y le pidió "a Tata Dios" que lo ayude y especialmente "que no haya muertos".
20 años después, Sisto Terán habla por primera vez de lo ocurrido aquel convulsionado Diciembre de 2001 en la Argentina, en Plaza de Mayo, pero también en Tucumán: aquí también hubo ahorristas que perdieron sus ahorros en el corralito, aquí también hubo saqueos y terror en las calles, aquí también se gritó "que se vayan todos".
Desde Buenos Aires, donde se desempeña como Secretario Unidad Belgrano Norte Grande, rompe el silencio quien fuera secretario de Estado de Turismo y Deportes, legislador provincial del 95 al 99 cuando fue electo vicegobernador, y nuevamente parlamentario por tres períodos, del 2003 al 2015, cuando pasó a desempeñarse como titular de la Unidad Ejecutora Provincial antes de asumir al frente del programa que ha reemplazado al Plan Belgrano.
20 años después, el exvicegobernador de Tucumán reivindica el manejo de la crisis social, económica y política que hicieron junto a su "querido amigo" Julio Miranda. Sostiene que el triunfo de Alperovich - Juri en 2003 y su elección como "el legislador más votado de la historia de los sublemas" también los reivindicó.
20 años después, jura que no tuvo miedo porque "a esa edad no le tiene miedo a nada", que le dolieron los insultos de "amigos y familiares", y ratifica que no hubo víctimas fatales producto de la crisis del 2001 en Tucumán.
eltucumano: ¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando piensa en Diciembre de 2001?
Sisto Terán: Es para escribir un libro. Los sucesos del 19 y el 20 de diciembre de 2001 fueron tremendos. Dio la casualidad que en ese momento yo estaba al frente de la gobernación, estaba en mi despacho cuando empezaron a producirse los incidentes en la plaza de Mayo, la gente empezó a producir desmanes. Estaba en el despacho del gobernador y recibo una llamada de Julio Miranda, que me dice 'che Sisto, ¿qué pása ahí? acá esto es un escándalo'. Él estaba en Buenos Aires; yo le digo 'acá en Tucumán hay una gran tranquilidad, no pasa nada'.
A los 20' de esa llamada ingresa gente de Gendarmería, del Ejército y de la Policía de Tucumán a notificarme que se había declarado el Estado de Sitio. Hasta ese momento Tucumán no tenía ecos inmediatos. Dispusimos que se tomen los recaudos del caso, y al cabo de una hora después de ese anuncio empezaron a producirse los desmanes en todo el territorio de la provincia: me pidieron que me traslade de la sede de Casa de Gobierno a la Jefatura de Policía en la calle Muñecas, pasando la avenida Sarmiento. Ahí teníamos un plano donde nos iban informando por radio dónde se iban produciendo desmanes y tratábamos de mandar los efectivos policiales a controlar la situación tan tremenda que se vivía.
Mientras tanto, Julio Miranda viajaba a la provincia de San Luis, a Merlo, a un encuentro de gobernadores y tuvo que volver de urgencia porque recibió la notificación de que el Presidente estaba renunciando y se tomaba el helicóptero. Fueron días muy difíciles, prácticamente la Argentina estalló en un estado literal de falta absoluta y total de posibilidades de financiar su deuda y financiar su funcionamiento como estado.
Tenés que tener presente que hasta ese momento regía la convertibilidad y por ende no podías emitir moneda que no estuviera respaldada por dólares, cómo no había dólares no podías emitir nada, no podías hacer frente a ningún gasto del estado nacional, la situación fue muy dura, el colapso instantáneo.
eltucumano: ¿Cómo se vivían los días previos?
Sisto Terán: Habían sido muy complicados por la situación de los ahorristas que habían pasado del corralito al corralón, que había generado un estado de locura generalizado donde la gente iba a los bancos y golpeaba la puerta de los bancos; los bancos tuvieron que cerrar, se atacaba a los banqueros en las calles y en sus domicilios particulares porque la gente quería recuperar con legítimo derecho sus ahorros y depósitos en los bancos y el dinero físico no estaba.
Fue una situación tan compleja que te diría que es para escribir un libro: constituye todo lo acontecido a partir de esa fecha y en adelante uno de los episodios más importantes de mi vida personal y de los que estoy más orgulloso porque tuvimos la pericia, la fortuna, la suerte de poder manejarlo a todo el proceso y transitarlo y salir de esa espantosa situación con alguna razonabilidad.
Nosotros conseguimos después de eso solucionar todos los problemas de la deuda provincial tucumana, que era de más del presupuesto anual de la provincia. A partir de ese momento, comenzamos un proceso virtuoso y Tucumán es una de las provincias más saneadas de la Argentina, cuando en su momento habíamos recibido una provincia en una situación financiera calamitosa, con cuatro meses de atraso en el pago de salarios y demás.
eltucumano: ¿Qué sintió al recibir aquella llamada de Miranda?
Sisto Terán: Cuando recibí la llamada de Julio Miranda y la presentación de los funcionarios policiales: salí de mi despacho y me fui a la Iglesia San Francisco, recé un Padre Nuestro y tres Ave María y le pedí a Tata Dios que me ayude a tener la templanza, el temperamento y la sangre fría para poder enfrentar una situación que era muy muy difícil, y le pedí de todo corazón a Tata Dios que no haya muertos, porque eso es un lo único que uno puede pedir en una situación semejante.
Afortunadamente en Tucumán conseguimos que hubo muchos incidentes, hubo saqueos, sí, pero por lo menos no tuvimos que lamentar en esos dos días pérdidas desde lo humano, cosa que lamentablemente en Capital Federal no fue así. Cuando se producen esas situaciones sociales de desborde, de colapso, con la gente en las calles, armadas rudimentariamente y demás, el Estado se ve en figurillas para tratar esa situación: para mí fue toda una muestra de carácter, y haberlo podido enfrentar es uno de los grandes orgullos personales que tengo y que obviamente nadie lo reconoce porque cuando estás en una crisis todo es culpa del Estado, no importa quién esté al frente.
No le podía explicar a los tucumanos 'miren esta es una situación que heredamos de Cavallo, que dejó destruida la economía'. La gente no quiere explicaciones ni tampoco que le transfiera responsabilidad al gobierno nacional de De la Rúa, lo que tenía que hacer era estar al frente, enfrentar la situación, ayudar a que Tucumán salga con el menor costo posible y lo pudimos lograr.
Eso también es un homenaje a mi querido Julio Miranda que me acompañó en todo este proceso obviamente. Y lo logramos: nuestros ministros de Economía y de Gobierno cuando se presentaron a las elecciones transcurrido este proceso lograron una victoria electoral muy contundente. En lo personal, yo conseguí ser el legislador más votado de la historia de los sublemas en su momento.
eltucumano: ¿Esa elección de 2003 legitimó lo que hicieron?
Sisto Terán: Claro. No existen las mediciones objetivas del quehacer político, pero existen aproximaciones y todo el mundo tiene el derecho de tener la subjetividad de juzgar los gobiernos. Si nos manejamos por cuestiones político-electorales, nosotros ganamos las elecciones de 1999 por menos de 3.000 votos, menos del 1% de diferencia, una elección muy difícil, muy dura. Tuvimos que atravesar la crisis del 2001, las tremendas situaciones del 2001, y teníamos la provincia que habíamos recibido con cuatro meses de atraso de la planilla salarial e inundada de cuasimonedas.
La devolvimos (a la Provincia) a nuestro ministro de Economía que era José Alperovich obteniendo primero toda la economía saneada; segundo, la deuda pública absolutamente refinanciada y que pasó de acreedores duros a tener un único acreedor, el Estado nacional, que es un acreedor blando; eliminamos las cuasimonedas antes de la finalización de nuestro mandato y obtuvimos un triunfo electoral contundente con Alperovich - Juri que nos permitió pasar de esa exigua diferencia de 3.000 a más de 47.000, casi 50.000. Creo que el pueblo de Tucumán ha dado un veredicto razonable de nuestro trabajo de esas dificilísimas jornadas.
Me hubiera encantado estar al frente de la provincia en épocas de bienestar, uno ahí puede lucirse más, pero en las épocas de crisis es dónde se ve el carácter, donde se ve el temple, donde se ve la visión del estadista y creo que en eso hemos dejado una impronta. Fueron episodios no gestados por nosotros, no teníamos nosotros la posibilidad de control de la situación, esto era una cuestión nacional manejada por un gobierno que no era de nuestro signo político y soportamos todos los vendavales. El resultado fue éste: dejamos la economía saneada y generamos una antesala de una gobernación muy exitosa como lo fue en su momento la de Alperovich, que ganó elecciones de forma contundente durante varios mandatos, inaugurando un ciclo que transformó al peronismo tucumano, que era un peronismo intervenido y perdidoso, en un peronismo robusto, de los más importantes de la República Argentina y ganador. Eso se debió a nuestro manejo de la crisis del 2001.
eltucumano: ¿Qué dejó la crisis del 2001?
Sisto Terán: El manejo de la crisis les explicó a los justicialistas que tenemos que ir juntos, explicó que hay que tener coraje para enfrentar las situaciones. En el mismo período hubo gobernadores como (Alfredo) Avelín en San Juan que renunciaron, muchos intendentes que no pudieron soportar la presión, incluido el pobre Raúl Topa, un gran amigo que tuvo que renunciar, gobernadores que no pudieron aguantar: la gente estaba en las calles, reclamos en las puertas de los domicilios de los funcionarios, 'que se vayan todos' era un reclamo muy fuerte, la angustia de la gente fue espantosa, la devaluación fue del 400% en menos de siete días, había hambre, situaciones muy espantosas. Todo se enfrentó con coraje, mucho coraje.
Es una época que los historiadores, cuando pase el fuego de la contemporaneidad, tendrán que analizar con muchísimo cuidado para que no se vuelva a repetir, no se cometan los errores del pasado y espero que en algún momento colocará en el sitio a todas aquellas personas que contribuyeron con su esfuerzo a sacar la Argentina adelante. Hay personajes que son héroes anónimos que la gente no conoce como Jorge Sarghini que era secretario de Hacienda de la Nación Argentina, Oscar Lamberto que ocupó un cargo similar, gente que la peleó y la luchó para salir adelante. Una extraordinaria ingeniería financiera permitió que nuestra provincia pudiera despegar y tener los recursos que permitió que la gestión 2003 - 2007 de Alperovich de unos niveles de éxito en materia de inversión pública muy importante. Fue un buen trabajo en situaciones espantosas, no deseadas ni generadas por nosotros.
eltucumano: ¿Qué se siente al escuchar el 'que se vayan todos'?
Sisto Terán: De amigos, de parientes, gente a los cuáles yo les había hecho muchísimos favores. ¿Qué se siente? Lo único que se siente es la tranquilidad y conciencia de saber que uno actúa con la máxima prioridad y el máximo nivel de esfuerzo. Recuerdo un episodio muy sonado que al día de hoy me lo reclaman mucho: había una manifestación de gente y yo salí a la calle y dije 'vayan a ponerle velas a San Francisco para que yo consiga la plata para poder pagar sueldos para enderezar esta provincia y dejen de jorobar acá'. Eso te indica el nivel de presión que teníamos todos, eso hubiera sido viral en las épocas actuales. Hoy, pasado el tiempo te diría que lo único que sentía es que no me iban a vencer
eltucumano: ¿Tuvo miedo?
Sisto Terán: Nunca. Tenía 39 - 40 años, je. A esa edad no se le tiene miedo a nada. La peleé y tenía una confianza ciega en el pueblo argentino. La Argentina tiene una capacidad de recuperación fenomenal, estaba muy seguro de que lo que estaba haciendo era lo que correspondía hacer.
Es la primera vez que me preguntan en años de este tema y la reflexión la voy haciendo mientras me vas preguntando.
Nunca tuve miedo. La gente gritaba, insultaba y todo: yo sentía una profunda empatía de comprensión. El miedo lo sentían ellos. No sé si me explico. El miedo a perder sus trabajos, era el miedo a perder sus ahorros, el miedo a la incertidumbre de un futuro que no se vislumbraba. Es lógico que protesten y reclamen, más allá de los exabruptos, mi actitud frente al agravio fue de empatía, de tratar de comprender el origen de esos reclamos.
Cuando se producen las manifestaciones populares la actitud más absurda de un político o un estadista es la de ponerse en víctima o creer que hay una equivocación global del conjunto. Cuando la sociedad se expresa lo hace al conjuro de algunas necesidades que se consideran no cubiertas, y el trabajo del político es entender a esa sociedad que se expresa y con el esfuerzo y el trabajo demostrarle que la visión era equivocada y que se podía cambiar. Y lo hicimos.
Después de semejante trance yo me presenté al final del mandato a elecciones con un sublema como candidato a legislador por la sección Oeste y fui el más votado de la provincia a pesar de todo lo que en su momento sectores importantes de la sociedad reclamaban, a raíz de un legítimo y racional miedo que estaban sintiendo frente a la enorme situación de desconcierto que vivía la Argentina.
eltucumano: todo ese proceso de diciembre de 2001, ¿dejó enseñanzas en la gente?
Sisto Terán: Dejó enseñanzas, pero a veces las enseñanzas... cuando pasa el tiempo olvida la gente estas cosas. Es por eso que hemos consentido que (Mauricio) Macri vuelva al FMI y tengamos esa monstruosa deuda. El disparador de todo el escandalete de diciembre de 2001 eran las angustias que la deuda externa generaba sobre la República Argentina y que hizo que el Congreso de la Nación Argentina por unanimidad repudiara la deuda externa y generó todo un escándalo con el tema del default y todo lo demás.
Yo dije 'nunca más vamos a tener que pasar una situación de deuda externa descontrolada' y sin embargo 20 años después se tomaron 45.000 millones de dólares en el FMI en menos de tres meses. ¿Cómo habrá sido de bestial y monstruosa la mala negociación que hizo el gobierno de Macri que cuando se hicieron las renegociaciones que hizo (Martín) Guzmán en algunos tramos de la deuda solamente con una baja de los intereses Argentina se ahorró 37.700 millones de dólares? Yo no puedo creer que la gente incurra reiteradamente en los mismos errores, pero la explicación es el paso del tiempo.
¿Cómo puede un joven llegar a entender lo que vivimos en carne propia los que en ese momento estábamos al frente de la provincia? Es imposible ver cómo tus conciudadanos más queridos van a la puerta de tu casa dedicándote insultos, es imposible ver la cara de angustia de padres y madres de familia que no pueden retirar sus ahorros de los bancos, ir a retirar la plata de toda su vida y que no estaba, la cantidad de trabajos que se perdieron, las situaciones bestiales de pobreza que hubo que enfrentar.
Después cuando se pasó a periodos mucho mejores, se creyó que eran gracias a la casualidad y no de un trabajo. Por eso se producen estas reiteraciones de errores. Yo hay dos temas de mi vida que creí que no iba a tener que discutir nunca más: primero, la inflación. Creía que nunca iba a tener que discutir que la inflación era mala porque duramente muchísimos años Argentina tenía inflación y en la época de Menem se pudo parar la inflación. Nunca creí que íbamos a volver a tener picos de inflación fenomenales.
Y ahora, nunca más creí que iba a tener que discutir el tema del endeudamiento externo. Son dos temas que me asombran, es producto de que la gente no acepta repasos continuos de los fenómenos históricos. Hoy es un día de mucha tristeza, la oposición se ha plantado para no darle el Presupuesto al Presidente de la Nación. ¿Qué quieren? El peronismo le ha dado a Macri el Presupuesto los cuatro años. ¡Los cuatro años!
Y es la segunda vez que la oposición... Cristina gobernó un año sin Presupuesto. ¿Cuál es la actitud? ¿Hasta dónde viene el límite del odio y la ceguera? A veces eso me asombra, no alcanzo a entenderlo. El Presupuesto es una serie de números que son básicos y ningún Presupuesto en la República Argentina ha tenido niveles de cumplimiento certero desde hace más de 50 o 60 años, son herramientas de ejercicio del poder, nada más, y se están utilizando como campo de batalla.
Yo siempre digo que de aquellas jornadas de 2001 me empeñé en dejar de ser político para tratar de ser cada vez más estadista. Hago lo que puedo en ese sentido. La gente cree que la crisis pasó porque pasó. Y pasó porque hubo gente que le puso el pellejo a las balas. Eduardo Duhalde, tanta gente. El mismo Roberto Lavagna. Los que aguantamos en las provincias el embate.
Yo tenía una Cámara donde de 40 legisladores tenía 18 del oficialismo y 22 de la oposición. No obstante, los legisladores estuvieron todos a la altura, me acompañaron de todos los partidos, cuando hubo que tomar decisiones las tomamos en conjunto. Libramos nuestras batallas internas, pero a la hora de poner el interés social y pensar en la gente hubo gestos de muchos legisladores con los cuáles yo tengo deudas de gratitud que ni los menciono porque si los menciono va a parecer que han sido palomas y no halcones, pero son gente que ayudó a que la provincia transitara esos años dificilísimos en un episodio que repito, de mi historia personal si yo tuviera que elegir, ese momento en el que recibí la mayor cantidad de agravios en toda mi vida, fue el momento donde siento que cumplí con mayor lealtad y patriotismo el servicio a la Patria que implica ejercer la política.
eltucumano: Muchas veces se puso en tela de juicio el número de muertos en Tucumán. Oficialmente se habló de uno, hubo denuncias de que hubo muchos más.
Sisto Terán: Yo no tenía una constancia oficial de muertos. Los muertos registrados oficialmente son todos en Capital Federal, luego empezaron a correr carreras de rumores, que esto que aquello, pero constatación fehaciente ninguna. Ninguna. Si hubo luego una maniobra artera publicitaria muy compleja donde se le imputó a nuestro gobierno el fallecimiento de 14 chicos por desnutrición: lo que demuestra una falta de conocimiento de lo que es la desnutrición. La desnutrición es un proceso, no es que mueren hoy 14 y mañana no muere ninguno. Son procesos de una situación muy compleja, de subalimentación que va en el tiempo y que lamentablemente Argentina no ha terminado del todo de eliminar. Al día de hoy hay gente que muere por desnutrición como consecuencia de algunos casos de hasta de un manejo desidioso de los padres. Hay casos de padres muy bien alimentados que sus hijos estaban desnutridos. Pero eso fue otro capítulo de la historia que me tocó enfrentar.
eltucumano: ¿Qué le gustaría decirle a los tucumanos a 20 años de aquel Diciembre de 2001?
Sisto Terán: A 20 años de aquel diciembre de 2001, decirle a los tucumanos que tengo la enorme alegría de que esa crisis se superó, el deseo igualmente enorme de que no se repita y el entusiasmo de seguir trabajando para Tucumán y todos los tucumanos. Para aquellos que me votan, para aquellos que me quieren y también para aquellos que no me votan y no me quieren nada.