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"Ahí ella desapareció": la verdad de la hermana de Patty, la andinista tucumana

Misterio en San Juan

Son horas de profunda conmoción para Corina Altamirano, la hermana de la andinista que falleció en 1981 y cuyo cuerpo podría haber sido encontrado en San Juan: “No fue negligencia”. Los detalles del accidente.





Un accidente, una tragedia familiar y una historia que podría cerrarse 42 años después. El sábado pasado un cuerpo fue encontrado momificado y adherido a un glaciar en la zona del cerro Mercedario, en la provincia de San Juan. Todo parece indicar que se trata de la andinista tucumana Marta Emilia Altamirano, conocida como Patty, quien había fallecido en 1981 durante una expedición tras caer al precipicio. Corina Altamirano, su hermana quien estaba con ella esa jornada aciaga, dio detalles del accidente fatal en el cerro y reveló la conmoción que la atraviesa tras la noticia del hallazgo.

“En esa época no había muchas mujeres andinistas y nos apasionaba la idea de subir el cerro y tener la vivencia del andinismo”, confesó Corina en diálogo la periodista Daniela Pinardi del programa Telesol Somos Todos. La tucumana de 63 años se mostró cauta respecto a la posibilidad de que el cuerpo encontrado sea efectivamente el de su hermana fallecida 42 años atrás, ya que todavía faltan completar las pericias que determinarán la compatibilidad genética. Fuentes judiciales habían confirmado ayer que los restos encontrados en la montaña pertenecen a una mujer de entre 18 y 30 años.

Corina rememoró lo sucedido aquel día del 27 de marzo de 1981 en que junto a Patty y a Sergio Bossini emprendieron la travesía. Según relató, esos días había hecho mucho calor y, si bien la montaña no estaba nevada, la presencia de hielo dificultaba el ascenso de los andinistas: “La pared sur tenía muy poca nieve y había mucho hielo y era difícil subir, no presentaba las características más confiables para hacerlo, pero íbamos haciéndolo con cuidado. Hicimos campamento base con el arriero y después al pie de la pared. Dormimos dos noches para ir aclimatándonos".

Eran las 18 de aquel 27 de marzo y los andinistas ya habían subido dos tercios de la pared sur cuando decidieron hacer campamento ante la inminencia de la caída del sol. Fue entonces cuando los sorprendió la tragedia. Fue un instante; un segundo fatal que a Corina la marcaría de por vida: “Fue un segundo. Se fue a la izquierda. Sentimos ‘¡Ay!’, como si se hubiese pinchado un dedo y ahí ella desapareció. Es probable, porque no se sabe, que haya habido un pedazo de hielo que se desprendió debajo de sus pies o que se lo haya torcido. Fue un segundo y es probable que la fricción de la caída le provocó la muerte porque fue instantáneo, cayó a la base".

"Fue inevitable”, confesó la tucumana con la emoción a flor de piel al recordar aquel momento. Según comentó, no pudieron bajar el cuerpo porque esa noche nevó copiosamente en la montaña. Un día y medio después, lograron llegar hasta el puesto de Gendarmería, pero era tanta la nieva que había caído que los helicópteros no pudieron bajar hasta el lugar.

Fueron muchas las especulaciones que surgieron tras el mortal incidente. Corina se encargó de despejar cualquier duda respecto a lo sucedido aquella jornada: “Lo que ocurrió con ella fue un accidente como cualquier otro en la montaña. No fue negligencia ni tampoco nos perdimos, fue todo llevado a cabo con mucha responsabilidad".

Imagen de la expedición de rescate del cuerpo de Patty que llegó a la montaña en 1982. Foto: La Gaceta. 

“El andinismo es encontrarse con uno mismo y estar a solas con tu fortaleza y fuerza de voluntad puesta al servicio de llevar a cabo esto de escalar un cerro, pero no con un impulso de exigencia vacía. Escalar es una pasión y un modo de vida. Era haber estudiado acerca de las rutas y sentirnos capacitados para hacerlo. Teníamos mucha necesidad de ir al Mercedario y después al Aconcagua. Son pasos que se van dando paulatinamente en la medida que se va creciendo como deportista", contó.

Tras el accidente, se hicieron muchas expediciones hasta el lugar, pero nunca lograron dar con el cuerpo de la andinista tucumana fallecida. Según recordó, en diciembre de 1981, la madre de las jóvenes fue hasta el lugar: "Mi madre se preparó durante todo el invierno para ir hasta el campamento base. Fuimos con mi hermano y un profesor de la universidad y llegamos al lugar, pero en lugar de nieve había una grieta grande que se abrió en el glaciar por su ciclo natural”.

Corina reveló que la familia atraviesa momentos de profunda conmoción a la espera de confirmar que el cuerpo encontrado es el de su hermana. Sus padres, de 88 y 90 años, esperan poder cerrar de una la historia de la tragedia familiar: “Estamos todos muy conmocionados. Mi padre y mi madre viven y ellos están felices de saber que van a poder enterrar a su hija. Estamos muy tranquilos y confiados en el trabajo que están haciendo desde la fiscalía”.