"Resarcimiento moral": el pedido de María Fernanda, hija del capitán Viola asesinado por la ERP en Tucumán
En una entrevista íntima con diario La Nación, la mayor de los Viola cuenta cómo vive en el presente y qué es lo que pide a la sociedad ante la falta de respuestas de la Justicia.

El pasado 1° de diciembre se cumplieron 49 años del asesinato del capitán Humberto Viola a manos de un escuadrón de del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Tenía 31 años cuando fue ejecutado a bordo de su vehículo, atentado en el que también fue asesinada su hija pequeña de apenas 3 años, María Cristina, que llevaba el nombre de su madre, sobreviviente del ataque y fallecida en 2021. Quien también vivió para contarlo fue la hija de 5 años del miembro del Ejército Argentino, María Fernanda, quien, a casi cinco siglos del brutal acontecimiento, abre las puertas de su casa para contar cómo vive y qué es lo único que pide luego de que los asesinos de su padre y hermana fueran indultados e indemnizados por el gobierno nacional.
Los detalles del atentado contra los Viola, quedaron inmortalizados en el parte que redactó, luego, el jefe del pelotón revolucionario, que hasta menciona cómo resultó herida María Fernanda:
A las 13.13 el automóvil se aproxima hasta la misma altura que el objetivo, quedando medio auto adelantado. Siempre en los chequeos el sujeto descendía, en esta oportunidad la que descendió fue la esposa, quedando él al volante a la espera. Al frenar el automóvil disparan el primer escopetazo, que da en el parante delantero izquierdo del parabrisas, el sujeto se agacha en ese momento y los balines dan de rebote sobre la hija de tres años que estaba atrás. El compañero de la ametralladora desciende y metiendo el arma por la ventanilla, dispara una ráfaga corta, 4 tiros que dan en el sujeto que alcanza a descender, la ametralladora se traba, pero los disparos le dan a la altura de la base del pulmón izquierdo desde atrás, se adelanta más y dispara con su pistola y remata al Capitán con un tiro en la cabeza y retoma el auto, mientras que el camarada de apoyo dispara a quemarropa con su ametralladora, hiriendo a la hija de 5 años que corre escapando hacia delante
Por el asesinato del capitán Viola, siete integrantes del pelotón que lo emboscó fueron capturados. Francisco Antonio Carrizo, Rubén Jesús Emperador, Fermín Ángel Núñez y José Martín Paz recibieron cadena perpetua. Florencio Antonio Nieva, 8 años de prisión; Rolando Oscar Figueroa no tuvo condena por ser menor de edad, y a Alberto Vivanco se le declaró extinta la acción penal. Svante Grände, de nacionalidad sueco-chilena, fue abatido, en el monte tucumano, integrando la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del ERP, tiempo después. Mientras que Hugo Irurzun, el jefe del “pelotón de fusilamiento” de Viola, fue asesinado “en acción” 6 años después en la “Operación Reptil”, que constituyó el asesinato del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, en Asunción del Paraguay en 1980.
Después, en 1989, los que seguían con vida fueron indultados, al igual que varios de los militares que habían ido presos por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen militar.
Como consecuencia del atentado, hoy a María Fernanda le faltan dos huesos de la cabeza y debió someterse a incontables operaciones. Su visión es acotada, ya que uno de sus ojos solo es capaz de ver desde la mitad hacia arriba. Producto de esta falencia es que a lo largo de los años ha sufrido más de una lesión en sus extremidades inferiores por no poder reconocer desniveles en el suelo.
A pesar de sus insistentes intentos para que se vuelva a juzgar a los asesinos vivos de su padre, a María Fernanda ahora la invade otra inquietud. No busca indemnizaciones de ningún tipo, pero sí pide un resarcimiento del tipo moral.
Todo esto lo cuenta en la entrevista brindada al periodista de La Nación, Mariano Chaluleu, que compartimos a continuación:
-¿Cree que el ERP atacó a la familia entera de manera deliberada?
-Hoy sí lo creo. Pero no deja de sorprenderme. En esa época vivíamos con mucho miedo a ser el blanco de un ataque terrorista. Mi papá solía decirle a mi mamá: “No tengas miedo. Si [la guerrilla] se mete con alguien, se mete con nosotros [los militares] no con la familia”. Pero nosotros vivíamos en Sarmiento, entre 25 de mayo y Muñecas. Y mi papá trabajaba a la vuelta. Él iba y volvía caminando solo, todos los días. Si lo hubiesen querido interceptar solo a él, lo hubiesen hecho mientras volvía del trabajo. ¿Por qué esperaron a un domingo para meterse con toda la familia?
-Un coma de 4 meses, siendo una niña.
-Diciembre, enero y febrero. Volví a la vida en marzo de 1975, con 5 años.
-¿Qué le dijeron los médicos cuando se despertó?
-Dijeron que era un milagro que estuviera viva, y que a lo largo de la vida me tendría que hacer una serie de estudios para ver con qué secuelas había quedado.
-¿Cuántos estudios tuvo que hacerse, durante su vida y hasta hoy, para monitorear los efectos causados por el ataque?
-Me tuve que hacer 8 cirugías en la cabeza durante los años siguientes. La última fue en 1981, cuando yo estaba en sexto grado de primaria. A pesar de todo lo que ha pasado, yo no he perdido años de escuela. Hice salita de 5 operada. Tengo foto de mi jardín de 5, con un pañuelito blanco en la cabeza. Me pelaban en esa época, por las operaciones.
-¿Qué secuelas físicas le quedaron?
-Me faltan dos huesos en la cabeza, el parietal y el occipital. Sabía que iba a poder llevar una vida normal, aunque con algunas limitaciones. Por ejemplo, no iba a poder practicar deportes bruscos; tampoco ir a parques de diversiones y subirme a montañas rusas. También tengo una limitación visual tremenda que sufro mucho: se llama hemianopsia altitudinal, es una disminución en el campo visual; de la mitad del ojo para abajo, no veo, entonces a veces me llevo puestos los umbrales. Ya me esguincé 5 veces al ir caminando por la vereda, porque no veo los desniveles... Después me dijeron que, en caso de tener hijos, no los iba a poder tener por parto normal... Pero no todo es malo. Hoy tengo dos: Felicitas María, de 20 años, y César Agustín, de 18.
-¿Usted y su familia siguieron viviendo en la misma casa después del ataque?
-No, porque nosotros vivíamos en edificio militar. Entonces, después de que lo mataran a mi papá, como no éramos “de familia militar”, tuvimos que entregar ese departamento y nos fuimos a vivir con mi abuela materna. Estuvimos con ella un par de años. Luego, mi mamá reconstruyó su vida. Se casó con un joven que había conocido en su adolescencia, se lo encontró en un taller mecánico. Él es un sol, es como si fuera mi papá. Vivimos un tiempo en el centro, y luego ellos compraron una casa juntos.
-María Fernanda, a 49 años del asesinato de su padre y hermana, ¿qué reflexión hace?
-Lo que quería mi mamá era resarcimiento moral. Ella nunca nos fomentó el odio. Perdonó a los asesinos. Mi mamá quería que las muertes de mi papá y de mi hermanita se declarasen de lesa humanidad. Mi papá la tenía más jugada porque era militar, y los militares eran blancos de estas organizaciones, pero nosotras, con 3 y 5 años y con mi mamá embarazada de 5 meses.... ¿Dónde están nuestros derechos humanos? ¿Dónde están los derechos humanos de mi hermana Luciana, que nació sin papá? A mí eso me hierve la sangre. Mi mamá [Maby falleció el 17 de junio de 2021] nos dijo que nunca tuviéramos venganza. Yo, personalmente, quizás perdono. Pero no olvido. Me duele en el alma pensar en todo lo que me ha pasado. Pero es lo que me ha tocado vivir. He salido adelante, padeciendo unas veces y otras, pero soy una agradecida de que soy un milagro. Me queda la cuenta pendiente de seguir luchando en el nombre de mi vieja, que debe estar en un lugar privilegiado, debe estar al lado de mi hermana. Pero, para que descanse totalmente en paz, es necesario que se haga justicia.
Homenajes en Tucumán
Yerba Buena fue la única ciudad en la que se recordó al capitán Humberto Viola y a su hija, María Cristina. Fueron honrados mediante un acto encabezado por el intendente Pablo Macchiarola y el presidente del Concejo Deliberante, Javier Jantus, en el Cementerio Parque de la Ciudad Jardín.
“Desde la municipalidad agradecemos a la familia Viola por permitirnos acompañarnos en esta conmemoración y, hasta que seamos gobierno, vamos a recordar a nuestros héroes y mártires”, expresó Macchiarola ante la presencia de familiares del homenajeado.