Gustavo Gómez, fiscal General: "La Justicia Federal de Tucumán está en deuda con la sociedad"
El fiscal general ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán renunció tras 23 años en la provincia y dejará su cargo el próximo 31 de enero. Las enemistades con algunos de sus colegas, sus críticas al sistema Federal de Justicia, las causas que aún quedan pendientes y la dificultad de avanzar con denuncias que involucran a la UNT: “Quienes investigan, acusan y juzgan, son docentes de la propia universidad”.

Gustavo Gómez dejará su cargo el próximo 31 de enero.-
Luego de 23 años a cargo de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, el fiscal General Gustavo Gómez presentó su renuncia, que ya fue aceptada y confirmada por el procurador General de la Nación, Eduardo Casal.
El funcionario judicial, que abandonará su cargo el próximo 31 de enero, será reemplazado interinamente por Rafael Alberto Vahils Ruiz, actual fiscal general ante el Tribunal Oral Federal de Catamarca, que también reemplaza a Carlos Brito, que tras 38 años al frente de fiscalía Federal N°1 decidió renunciar dejando un historial de graves acusaciones en torno a su desempeño, principalmente en el caso del robo de la Ciudad Universitaria de San Javier contra la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), un fraude multimillonario que afectó a la provincia y quedó impune bajo su "investigación".
En septiembre de 2023, la Cámara Federal de Apelaciones dio lugar a un pedido de recusación contra el fiscal federal General, Gustavo Gómez, realizado por el fiscal federal, Carlos Brito, por la causa “IMPUTADO: CALLATA, CRISTIAN DANIEL s/INFRACCIÓN LEY 23.737”, donde adujo una “enemistad manifiesta” contra él provocando “pérdida de objetividad que debe observar en su función, careciendo de equilibrio en los dictámenes que presenta en actuaciones donde interviene el suscripto”.
Con esta maniobra, Brito buscó apartar a su jefe directo de las causas de corrupción que investiga, entre ellas, el escandaloso robo de la Ciudad Universitaria de la UNT, causa que fue reactivada por Gómez, que pidió detenciones y nuevas indagatorias contra actuales funcionarios universitarios como ser José Hugo Saab y Augusto González Navvaro, y ante ello Brito lo recusó de la causa.
En ese sentido, el fiscal General reconoció que aún hay muchas causas pendientes en la Justicia Federal tucumana, la que aseguró está en deuda con los tucumanos. “Creo que la Justicia Federal de Tucumán está en deuda con la sociedad en expedientes muy importantes. Hay otros que se han estado llevando a cabo y se han ido investigando, incluso el hecho de pensar que uno de los empresarios más importantes de Tucumán, como es Rocchia Ferro tenga la posibilidad de ir preso, tras las rejas, por la contaminación de la cuenca del Río Salí me parece que es un tema resonante”, lanzó.
Y agregó: “En Tucumán siempre se cree que los poderosos de turno, sea económica o políticamente, nadie se le acerca y nosotros hemos demostrado todo lo contrario”.
En otro tramo de la entrevista, Gómez fue consultado por su enemistas con Carlos Brito, que surgieron en torno a la causa por el desfalco de fondos que debían destinarse a la construcción de la Ciudad Universitaria. “Las demoras en ese expediente para llegar a un juicio son notables. A eso hay que sumarle que hay otra causa penal en trámite en la fiscalía que dejó el doctor Brito. Espero que el doctor Vahils Ruiz la impulse para llegar a pronto a juicio, que tiene que ver con los casos de sobrefacturación en las obras de la universidad, donde hay una veintena de empresarios de la construcción procesados. Me llama la atención que las empresas constructoras guarden silencio en estas cuestiones”, afirmó.
En ese sentido señaló que a su parecer “la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) tiene por regla general no ser querellante en las causas penales. La Facultad de Derecho todavía tiene en danzas aquí la causa penal por la falsificación de notas en más de un centenar de alumnos. También hay causas penales, iniciadas en la Facultad de Medicina, por el manejo de fondos relativos a Enfermería”, detalló.
“En el tema de la UNT, a uno lo ponen en guardia porque quienes investigan y quienes tienen que tienen que juzgar y acusar, son docentes de la propia Universidad Nacional de Tucumán”, remarcó Gómez.
“Cuando yo llegué aquí, recuerdo que me ofrecieron el cargo de ser docente de la UNT y lo primero que salí a buscar era si había causas, contra el funcionamiento de la universidad o contra algunas autoridades. Cuando me di cuenta que sí, dije ‘yo no puedo ser docente de una universidad porque la gente va a creer que trabajo en función de crecer en mi carrera universitaria. He desistido, no soy docente y el Consejo Superior de la UNT en algún momento me declaro persona no grata justamente por impulsar este tipo de causas”, recordó.
- Luego de 23 años en la fiscalía General, ¿cómo fue madurar esta decisión y los motivos que lo llevaron a tomarla?
Los motivos son múltiples. En tanto tiempo de trabajo también le llega la posibilidad de jubilarse. Me llegó a mí con mis 65 años y creo que a eso se reunieron muchas razones más: el reclamo de mi familia que me decía ya basta de tanto estrés, crisis, inconvenientes y algún inconveniente de salud que es menor.
También algunas circunstancias que tienen que ver concretamente con mi trabajo. Es muy curioso: yo no me llevo bien con los fiscales de primera instancia, salvo algunas excepciones en Santiago del Estero, pero en general no. Discrepo mucho, ellos mismos me cuestionaban y pedían a la Cámara Federal que me saquen de las causas importantes.
La CámaraFederal, con jueces que no tengo una buena relación, me sacaban de causas muy importantes, como minera Alumbrera y otras vinculadas a otros expedientes. Creo que se han amontonado un montón de razones y está prácticamente paralizado. El procurador general me ha llamado en reiteradas oportunidades la atención, entonces dije basta. Me parece que puedo trabajar desde el otro lado del mostrador y no rendir cuentas a nadie y ser más efectivos.
¿Cómo fue su llegada a Tucumán? Recordemos que asume a mediados de diciembre de 2001…
Era fiscal federal en Chubut y me había tomado un tiempo para despedirme de la provincia y de la gente. Iba a asumir en marzo del 2002, pero organizan todo para que asuma antes porque se vino la crisis de Fernando De la Rúa en el 2001.
Yo ya tenía mi decreto firmado por el Presidente. Entonces me llaman con urgencia, juré y llegué a Tucumán el 19 de diciembre del 2001 a la noche. Camine muchas cuadras porque cerraron todo el microcentro. La noche siguiente, una colega me invitó a cenar en un hotel y la lena suspendida porque el mozo nos comentó que venía un turba de saqueos. ¿Dónde caí, decía en ese momento?
- Qué balance puede hacer de estos 23 años
No suelo hacer balances. Miro para adelante y tengo un futuro promisorio. Voy a dejar mi cargo el 31 de enero del año que viene y ya el 1 de febrero tengo que estar dando unas conferencias y unos talleres en otros lugares del país que me han pedido. Voy a poder ejercer la profesión, no en Tucumán porque debo esperar dos años, pero en otros lugares sí.
- ¿Cómo encontró la fiscalía cuando llegó en 2001?
Encontré la fiscalía en una situación bastante crítica porque fue en la época del corralito. Nos llovieron los corralitos y también me llegó información muy concreta de magistrados y fiscales que estaban actuando en connivencia con algunos estudios jurídicos, así que tuvimos que trabajar mucho en el tema de la corrupción dentro del sistema de Justicia.
A mí me parece que en la situación actual es de mucha tranquilidad, porque a la Fiscalía de cámara le entran dos dictámenes por semana para hacer, así que el fiscal general que venga acá va a poder hacerlo con control remoto.
- Qué causas hay pendientes en la justicia Federal de Tucumán
Hay muchas, creo que la Justicia Federal de Tucumán está en deuda con la sociedad en expedientes muy importantes. Hay otros que se han estado llevando a cabo y se han ido investigando, incluso el hecho de pensar que uno de los empresarios más importantes de Tucumán, como es Rocchia Ferro tenga la posibilidad de ir preso, tras las rejas, por la contaminación de la cuenca del Río Salí me parece que es un tema resonante.
En Tucumán siempre se cree que los poderosos de turno, sea económica o políticamente, nadie se le acerca y nosotros hemos demostrado todo lo contrario.
Lo hemos demostrado también con el caso de la Universidad Nacional de Tucumán. Quién podía pensar, sentar en un banquillo de los acusados en un juicio oral y publico a un exrector de la UNT (Juan Cerisola).
- Por las cosas que encontró al llegar en su fiscalía y el descrédito que tiene la Justicia, ¿qué tiene para decir en general sobre la justicia tucumana y argentina?
El descrédito lo comparto. Nuestro sistema de administración de justicia Federal, que es el que más conozco, no funciona. Usted puede denunciar a un juez o un fiscal por un hecho de corrupción (por ejemplo, la fiesta del doctor González -acusado de gastar 34.000 dólares en una celebración en Buenos Aires-) y, sin embargo, sigue en sus funciones, aquí no ha pasado nada. Está fallando un sistema que vengo reclamando de premios y castigos. Estamos equiparados, los que trabajamos mucho, los que nos rompemos el alma, los que enfrentamos hechos de corrupción, con aquellos que hacen la plancha y eso no me parece justo.
La manera de cambiar eso puede llegar a ser polémica, pero por ejemplo me gusta mucho lo que pasa en México, Suizo o EE. UU., donde los magistrados, y en especial los fiscales, son ratificados cada cuatro años por la gente, por la sociedad. Se eligen a través de un consejo como el nuestro, pero pasado los cuatro años la gente de a pie decide si este hombre no debe seguir en su cargo o lo confirmamos.
Sostengo que tenemos que tener cargos rotativos. Es un despropósito que haya estado 23 años aquí. No solo por el desgaste que uno sufre, sino también porque así fue que se han creado kioscos, se han creados espacios de dominio. En la Patagonia de donde vengo los llamamos patrones de estancia, porque dominan totalmente el espectro político y económico de una provincia.
- Existe cierto corporativismo que da una sensación de que hay personajes intocables dentro de la Justicia. ¿Usted lo ve así o es solo un prejuicio?
No es un prejuicio. El nepotismo es la regla de ingreso y ascenso en el sistema de administración de Justicia. La verdad que a mí eso me causa mucha vergüenza. En este edificio (por los Tribunales Federales) usted sale a buscar los familiares y va a encontrar muchos.
- ¿Qué opinión le merece el fallo del juez Yane Mana contra eltucumano.com?
Tengo dos miradas y la primera es una crítica. Vengo insistiendo mucho al sindicato de prensa, a los periodistas que me entrevistan, que ustedes tienen la urgencia de capacitarse. No están capacitados e insisto que la gran mayoría de periodistas en Tucumán no están capacitados para el tema de la libertad de expresión en función del tema de administración de Justicia. Me parece que hay una doctrina y una jurisprudencia muy importante en casos como los que me estás preguntando, que son fácilmente defendibles. No es una cuestión que pueda permanecer en el tiempo.
Una agresión de un magistrado o de un ciudadano del poder económico y político, a un periodista puede ser fácilmente defendible y reconocido. FOPEA es claro en los puntos que establece en el comunicado que sacó, pero me asusta que entre los propios colegas no se genere el espíritu de cuerpo necesario que le garantice la libertad de expresión.
Por un lado, deben tener la libertad de expresión, no digo como ‘dueño de la libertad de expresión’, pero me parecen que se deben capacitar en ese sentido.
Los periodistas deben capacitarse para poder generar un espíritu de cuerpo acorde para que estas cosas ni siquiera avancen.
Los magistrados no son políticos, y le temen a ese cuerpo que pueda generarse. Uno lo ve en lo que le llaman la justicia mediática por ejemplo en los grandes canales de televisión. La otra es salir a defender públicamente la libertad de expresión de ustedes, y la libertad de imprenta, que tiene impacto directo en lo que ustedes hacen.
A eltucumano.com no es la primera vez que lo atacan desde ese punto de vista. El director está sometido a una causa penal por reclamar información en la mesa de entrada de un Tribunal
- Usted tuvo cruces con el fiscal Brito que terminó recusandolo de la causa del robo de la Ciudad Universitaria. ¿Qué reflexión hace sobre este causa y lo que pasó?
Las demoras en ese expediente para llegar a un juicio son notables. A eso hay que sumarle que hay otra causa penal en trámite en la fiscalía que dejó el doctor Brito. Espero que el doctor Vahils Ruiz la impulse para llegar a pronto a juicio, que tiene que ver con los casos de sobrefacturación en las obras de la universidad, donde hay una veintena de empresarios de la construcción procesados. Me llama la atención que las empresas constructoras guarden silencio en estas cuestiones.
Me parece que a UNT tiene por regla general no ser querellante en las causas penales. La Facultad de Derecho todavía tiene en danzas aquí la causa penal por la falsificación de notas en más de un centenar de alumnos. También hay causas penales. Ayer inicié una causa penal por un problema de corrupción en la Facultad de Medicina, por el manejo de fondos relativos a Enfermería.
En el tema de la UNT, a uno lo ponen en guardia porque quienes investigan y quienes tienen que juzgar y quienes deben acusar, son docentes de la propia Universidad Nacional de Tucumán
Cuando yo llegué aquí, recuerdo que me ofrecieron el cargo de ser docente de la UNT y lo primero que salí a buscar era si había causas, contra el funcionamiento de la universidad o contra algunas autoridades. Cuando me di cuenta que ssí dije ‘yo no puedo ser docente de una universidad porque la gente va a creer que trabajo en función de crecer en mi carrera universitaria’. He desistido, no soy docente y el Consejo Superior de la UNT en algún momento me declaro persona no grata justamente por impulsar este tipo de causas.
- Cómo queda la justicia federal en la provincia con su salida y con la de Brito que también renunció
No estoy de acuerdo con la idea que estamos colapsados. De hecho el Tribunal Oral Federal que tiene tres vacantes, los juicios orales y públicos se podrían hacer perfectamente como ocurren en otros lugares del país, convocando jueces de otros tribunales orales federales.
Desde la Justicia Federal de Río Gallegos, los jueces que no tienen tantas causas por hacer, son magistrados que eestánen otros tribunales haciendo juicios orales por zoom. No es que lo hacen gratis, el que se traslada le pagan viáticos y pasajes.
En Tucumán pasa lo mismo. Hay tres vacantes y vienen tres de afuera a hacer los juicios. En las causas penales, tenemos dos o tres causas por semana para expresar agravios. Hay muchisimo trabajo de obras sociales que se contesta con planchas por la jurisprudencia.
No estamos colapsados desde mi punto de vista. Está el juzgado federal 1 que quedo vacante. Viene un juez federal a trabajar desde Catamarca y que va a atender incluso el proceso electoral. La próxima elección el juez federal que va a atender toda la organización en la provincia es un catamarqueño. Y el fiscal electoral, que va a atender las cuestiones electorales, también es un catamarqueño. La contienda política que se va a dar el año que viene en Tucumán, va a ser juzgada y analizada por catamarqueños. Es algo curioso.
- Uno lo escucha hablar de enemistades a lo largo de su carrera, y uno se pregunta cómo hace para mantener sus convicciones. Uno imagina que un fiscal puede ser amenazado, usted sufrió eso a lo largo de estos años?
No me gusta esa pregunta, a lo largo de los años. Si digo que sí tal vez le miento y debería decir que no porque queda para un ciudadano a pie que no tiene las garantías que yo tengo.
Yo tengo un enorme apoyo familiar, estoy con mi esposa desde los 17 años. Ella viene de una cultura indígena, es mapuche, son factores que a uno lo alimentan y lo mantienen. Y, por otro lado, he sabido integrar un grupo de trabajo con muchos abogados que son espectaculares. Ya después de tanto tiempo, ellos saben que hay que hacer en cada expediente, me ahorran mucho trabajo que yo tengo. Le voy a dejar al doctor un equipo de trabajo espectacular donde ni siquiera deberá pisar estas oficinas porque los compañeros que tenemos son maravillosos.
Ellos se han plegado a un movimiento que es recorrer las redes sociales. Muchas de las noticias que ustedes han sacado en eltucumano yo las he recogido y abierto causas penales de oficio. Los fiscales tenemos que leer las redes sociales, leer los medios de comunicación locales porque de oficio tenemos que abrir las causas penales cuando hay una investigación que resulte creíble y pueda ser un hecho ilícito.
Yo soy fiscal en Catamarca, y hemos abierto recientemente una causa por enterramiento de residuos patogénicos que se hizo con el auspicio del gobierno de Catamarca. Eso salió en Facebook, lo recogimos y lo iniciamos de oficio cuando allá hasta la prensa está cohibida de hacerse eso.
- ¿Podremos tener una entrevista más antes de su despedida?
Si por supuesto, recién me voy el 31 de enero y la verdad que voy a estar a cargo de muchas de las fiscalías en primera instancia. Pienso ponerme a trabajar en esa área.
También quiero agradecerle a ustedes porque el coraje que ustedes tienen en los medios, no me gusta elogiar a la prensa, pero ustedes hacen una buena diferencia.
Mirá la entrevista completa al fiscal General Federal, Gustavo Gómez: