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Bienvenidos a Ciudadela: el barrio más caliente del país

POR LOS BARRIOS

Es el lugar en el mundo de San Martín y mucho más: el Abasto, los tranvías, los sánguches de Potente, las bochas de Balcarce y un recorrido inolvidable entre palos borrachos y adoquines. VIDEO.

Ciudadela, uno de los barrios más emblemáticos de Tucumán.




Es domingo en Ciudadela y juega San Martín. El partido es a las seis de la tarde, pero el sabor del reencuentro no puede esperar. Pasó hace dos semanas, cuando llevamos nuestras cámaras, contra Los Andes y pasará mañana contra Estudiantes. Sea quien sea el rival, la ansiedad se mata desde el mediodía con un sánguche de milanesa Kempes en el bar Potente y se lo pasa con una cerveza bien fresca en los kioscos de la Pellegrini o en lo de la Gringa Díaz, la reina de los carnavales del Solar de los Deportes y del club San Martín, hace 50 años. Sí, ayer nomás...

Porque hoy podemos llegar en el 3, el 4, el 10, el 12, el 100, el 102, el 110, el 118 y hasta El Provincial. Pero hasta fines de los 60 se tomaba el tranvía, como cuenta una vecina: "eran dos: el 2, bien finito, y otro más ancho, los dos andaban a corriente con un motorman y un guardia". El recorrido se lo sabe de memoria: "Bajaba por Piedras, Miguel Lillo, Lavalle, Pasaje O'Higgins, Rondeau hasta La Rioja, de ahí hasta la 24, después hasta Chacabuco, Piedras y otra vez el circuito".

Desde esa época y mucho antes que el Chino Sarmiento ya estaba en las tribunas: su papá era aguatero y lo llevaba a la cancha en pañales. Reconoce que las cosas han cambiado, pero hay algo que no: "Se lustra, se trabaja, se vende, todo para juntar para la entrada y ver a San Martín". Todo lo cuenta el Chino mientras Miguel Giménez, el héroe que salvó cuatro niños en Famaillá, es recibido como tal en la cancha y entre lágrimas reconoce que no entiende "lo que le está pasando".

Con sus palos borrachos y calles de adoquines, Ciudadela es uno de los barrios más emblemáticos de Tucumán y si El Estadio Más Caliente del País es su corazón, el Mercado del Abasto es el pulmón que justamente abastecía a las familias y le daba aire y vida al más humilde porque, como se cuenta en la verdulería Los Cinco Hermanos, "usted venía sin plata a trabajar y la gente le daba mercadería para que trabaje y se iba con plata a su casa".

Una vez adentro de sus calles, los corralones, el Lillo, los hoteles al paso, los techos de chapa y los lugares de encuentro completan el recorrido: uno de ellos es el club de bochas Balcarce, donde los Getar y los Dumit y el Tano y Papilo se juntan todos los jueves a comer un asadito, a hablar de la vida, de los vaivenes de la política, y de San Martín. Porque es imposible pensar en Ciudadela sin San Martín. Y pensar en San Martín sin Ciudadela. 

Bienvenidos.