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"El gusto por la vida es Sportivo Guzmán": Los Julianos cumplen 100 años de historia y pasión

primer centenario

Hoy se cumplen 100 años de la fundación de uno de los clubes más queridos de la provincia. Emplazado desde siempre en la popular Villa 9 de Julio, ha escrito páginas gloriosas en el deporte tucumano. Sus hinchas, fieles como pocos, hoy siguen acompañando al club en cada momento con el sueño de retornar a los años de glorias cuando Sportivo era sensación nacional.





Era un viernes a la noche frescos pero agradables, de esos típicos de otoño. Un grupo de 34 personas se reúne en una casa ubicada en el Pasaje 1° de Mayo 250, pleno corazón de Villa 9 de Julio. Todos saben a por qué se reúnan, todos saben que tiene una de una pendiente que están a punto de saldar, lo que no saben es que 100 años después, alguien escribiría esta nota, la de centenario del Club Sportivo Alfredo Guzmán.

Esos muchachos reunidos en el domicilio particular de José Gallucci Carullo tenía la misión de devolverle al barrio un club. La mayoría de ellos había fundad en 1917 el club San Iisidro, pero había tenido que disolverlo en 1920, desde entonces los invadía una terrible sensación de cuenta pendiente. Todos sabía que tarde o temprano la saldaría y así fue nomás: el 15/04/1921 le dieron paso a la eternidad una de las instituciones más queridas de nuestra provincia.

El nombre original fue Sportivo 9 de Julio, en honor al barrio que los cobija. Sin embargo, desde los primeros días de existencia, sus dirigentes empezaron a mover cielo y tierra con el objetivo de conseguir un terreno para poder hacer su propio estadio.

Las gestiones los terminaron acercando a Alfredo Guzmán, empresario y político reconocido de la época propietario, entre otras cosas del Ingenio Concepción de la Banda Río Salí.

Guzmán, de gran vocación filantrópica, cedió unos terrenos de su posesión en Villa 9 de Julio y Sportivo cumplió así con el sueño de la casa propia. Es por esto que el 24 de mayo de 1924, en una asamblea se decidió de manera unánime rebautizar al club como Sportivo Alfredo Guzmán, que pronto sería conocido como Sportivo Guzmán o simplemente Sportivo.

Los julianos se afiliaron a la recordad Federación Tucumana en la década del 20 y durante varios años peregrinaron en el ascenso, hasta que en los años 40 recién pudieron darse el gusto de acceder a la máxima categoría de nuestro fútbol.

En el 59 llegó la primera gran alegría cuando conseguiría su primer título oficial como campeón del torneo Competencia de la Federación y en 1965 llegaría el primer Anual, el título más importante de la época.


Ese equipazo fue protagonista hasta el final de la década del 60 y en 1967 daría su gran salto a nivel nacional gracias a una reforma de AFA impulsada por Valentín Suárez que contemplaba la inclusión de los clubes del interior del país en la disputa de certámenes oficiales.

Para acceder había que clasificar desde un torneo regional. Sportivo fue quién representó a Tucumán y avanzó hasta la final tras vencer a Central Norte de Salta para luego caer por penales ante Central Córdoba de Santiago del Estero. A pesar de la derrota, el Juliano se ganó el derecho de participar en el Torneo Nacional Promocional.

Ese campeonato, los de Villa 9 de Julio se dieron el gusto de recorrer el país y jugar en estadios como el Tomás Adolfo Ducó de Huracán, entre otros. Con 4 triunfos, 5 empates y 5 derrotas, completó una campaña decorosa e inolvidable.

Por aquellos años, era infaltable en la tribuna popular del Fortín de Villa 9 de Julio el Sapo Díaz, tal vez el hincha más emblemático de la historia del fútbol tucumano. Fanático como pocos, querido como ninguno tanto por propios como extraños, El Sapo era parte del paisaje de Villa 9 de Julio. Vivió y murió con el pecho dividido en colores, uno tan importante como el otro: el rojo y el blanco lo acompañaron hasta su propio funeral en un agosto gris de 1975.

La leyenda cuenta que con un amigo se había prometido que quien muera primero, homenajearía al otro con bombas el día de su muerte. Todavía retumban los estruendos que tiró el Rata en honor en del Sapo mientras loa acompañaba al cementerio junto a una multitud de julianos. La Liga Tucumana de fútbol decretó que el aniversario de su muerte se convierta también en el día del hincha de fútbol de Tucumán.


“El hincha de Sportivo tiene una pasión muy grande. Para nosotros no existe ni Boca, Ni River, ni San Martín, ni Atlético. Nosotros somos fanáticos de Sportivo y nadie más”, lo dice con convicción Dardo Reyes en charla con eltucumano.com.

Dardo es la tercera generación de Julianos en su familia. Su abuelo Salteño se vino a Tucumán con 12 años y construyó una vida a base de esfuerzo y trabajo. Con el tiempo formó una familia y aprendió a ser feliz. Todo eso con Sportivo como principal protagonista: “Él conoció a mi abuela en los bailes de carnaval del club”, explica Dardo.

Sportivo tiene historias de todo tipo, y Dardo Reyes se enorgullece de cada una, habla con la misma pasión con la que vive, conoce de pe a pa el barrio, la cancha y sus mitos: “Tenemos muchas particularidades. Tenemos una tribuna única en el mundo, la famosa serrucho. Tiene ese diseño arquitectónico porque algunos vecinos del barrio fueron ocupando y construyendo sobre los terrenos del club y los ingenieros tuvieron que hacer malabares para poder hacer entrar la tribuna”, explica.  


En cuanto a los colores que lleva en el alma, Reyes cuenta como fueron elegidos: “Casi uno hubo dudas de que serían rojo y blanco, aunque en las primeras asambleas algunos proponía el azul y blanco. Las primeras camisetas eran roja y blanca a rayas verticales, pero se decidió cambiar al diseño actual porque siempre causaba inconvenientes en los enfrentamientos contra San Martín que tenía la misma camiseta. Es un diseño original y único en el país y el continente”, afirma.  

Hoy Dardo festeja junto a su hijo Simón de apenas un año y con orgullo cuelga una bandera en su casa que dice “abuelo, padre, hijo, nieto, 4 generaciones” y dice “algunos encuentran el placer de la vida en el dinero, o en el arte, o en la música. Para mí y mi familia, Es vivir, es sentir, es recorrer y es continuar lo que nuestros predecesores alguna vez comenzaron. El gusto por la vida es Sportivo Guzmán”.