"Terminé preso": las imperdibles anécdotas de Hugo Lamadrid en Tucumán

El exjugador Hugo Lamadrid charló con Gabriel Sanzano y Ezequiel Svetliza en la previa del partido entre San Martín y Racing que se jugará este miércoles en Córdoba por los 16° de final de la Copa Argentina. El exmediocampista de la Academia recordó sus dos visitas a Tucumán, que no terminaron de la mejor manera.

En 1988, San Martín recibía a un invicto Racing en la Ciudadela. El equipo dirigido por Alfio "Coco" Basile peleaba el campeonato y todavía no había perdido en el torneo. La racha se le cortó en Tucumán y Lamadrid fue uno de los protagonistas. La historia está contada en "El Renacido", el libro de relatos de Lamadrid, pero avisa: "Quizás no esté tal cual como ocurrió". En la noche previa al encuentro, dos personas le advirtieron al volante de Racing que al otro día iba a ser el centro de las provocaciones. "En los córners me marcaba el 5, pero el 8 pasó y me tocó medio de costado un par de veces", cuenta Lamadrid. Fue ese 8, Juan Carlos Daza, quien lo "atendió" en mitad de cancha: una piña dejó tirado al volante "académico". La venganza fue terrible y en un córner "le pego una piña que hoy me meterían preso, pero el árbitro no lo vio". El que sí lo vio fue Ubaldo "Pato" Fillol, arquero y compañero de Lamadrid, que rápidamente lo mandó en cana: "Penal sí, roja no". "¡No me defiendas más, Pato!", puteó Lamadrid. "Le faltaron un par de materias como abogado", se ríe 35 años después. La expulsión no sólo le costó lo que faltaba de ese partido: perdió la titularidad y el Coco lo volvió a poner recién después de perder contra Deportivo Español.

Los años pasaron y en la temporada 1992/93 Lamadrid recaló en Juventud Antoniana de Salta. Allí, el fixture lo llevó de nuevo a tierras tucumanas, pero esta vez contra Bella Vista. En el este de la provincia, los salteños perdieron 1 a 0 en un partido normal, sin sobresaltos. "Fue un Día de la Bandera o un día patrio, me acuerdo que izaron la bandera", intenta recordar el invitado. A pesar de la tranquilidad de los 90 minutos, cuando terminó el partido "vemos que el arquero se estaba peleando con alguien, en las peleas no tenés tiempo de preguntar qué pasó, así que nos sumamos al quilombo general, después nos metimos por un pasillo y alguien me pega de atrás, cuando me doy vuelta veo que era un policía". Ahí comenzó el desastre: "Le puse una piña y se volvió a armar el lío, hubo disparos, de todo. Llegamos al vestuario, por la ventana veíamos a los hinchas de Juventud Antoniana contra la pared, se había puesto muy picante". "Un hincha viene y golpea la puerta", agrega, "estaba con la cabeza rota, sangrando". Lamadrid recuerda que el preparador físico decide negarle la estadía en el vestuario, ya que "es para los jugadores", y el mediocampista decide salir a poner la cara por los hinchas: "Prefiero que me maten acá y no en Salta por haberle negado la entrada a un hincha con la cabeza sangrando". El escenario era la mitad de la cancha de Bella Vista, y los 20 jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas salteños estaban rodeados por la Policía y algunos simpatizantes tucumanos. En un momento, Lamadrid fue abordado por un hombre al que le dijo "no me toqués, te voy a matar" y le dio un golpe. Eso le costó quedarse unas horas en la comisaría local, acusado de "amenaza de muerte". "En la comisaría alguien pregunta por mí y yo pensé que era un comisario hincha de Racing que habrá querido un autógrafo", cuenta. "Estuvimos hasta las 12 de la noche ahí, fue jodido volver con los vidrios rotos, muy picante", finalizó.

Ambas historias son recopiladas en su libro El Renacido, donde "le doy alguna vuelta, intento ponerle humor y contarlo desde otro lado, pero la verdad que fueron momentos complicados". La nota completa, con estos y más relatos, se puede ver completa en Youtube.

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