Increíble: El Gueto cumple seis años y tira el inodoro por la ventana
HABRÁ TORTA
La revista tucumana más incómoda, innecesaria e incomprendida de los últimos tiempos ha encontrado motivos para celebrar su inexplicable existencia y lo hará con la mejor fiesta del año: tocan Estación Experimental y El Contuvernio, grandes DJs y todos los personajes que han desfilado durante la noche más larga.

Gladys, una de las creaciones más bellas del Gueto.
Juan Carlos Mon es un hombre extraño, niño de mil años. Todavía le queda la misma camisa Legacy a cuadros azules y rojos que usó hace seis años en Buenos Aires. Optimista durante aquellos años, se puso la camisa en cuestión cuando viajó a Buenos Aires a intentar presentar en la Biblioteca Nacional donde dormía Borges una revista de tapa negra con un pequeño indoro celeste en un rincón y ningún tipo de información más: esa revista se llamó e increíblemente todavía se llama El Gueto.
Claro que más allá de un saludo a una integrante de Carta Abierta, viejos y viejas pensadores del proyecto nacional y popular que se juntaban todas las mañanas a tomar café cerca de la Biblioteca mencionada, a Juan Carlos Mon le dijeron que no, que no había forma de que presentara una revista que se presentaba como lectura de inodoro, y de un inodoro tucumano con todo lo que la SAT representa en estas napas trancadas por papeles y notas escritas con la única misión de incomodar al otro, de generar que los gerentes de las librerías se indignen, que los conductores de radio muerdan el micrófono, que los bailarines con síndrome de Down tomen un energizante llamado Up, que famosos tengan su fecha de muerte o que la estilista llamada Gladys sea quien corta y cepilla a San y Yenny.
Durante estos seis años El Gueto ha sido más comentada que leída: Juan Carlos Mon supo convertirse en Mumm Ra, el Inmoral, ha puesto en jaque su vida disfrazándose de vaca, y en riesgo la vida de los concurrentes a sus fiestas célebres en Yerba Buena mientras sus padres intentaban dormir y Ferreyras, el Tana y bandas que ahora no vienen al caso sacudían las paredes e invitaban a tirarse a la pileta fría abrazándose a Marx Bauzá y sus brazos flotantes. Han sido fiestas realizadas con toda la impunidad del caso, la misma de la revista que se ha visto acorralada por prestigiosas firmas judiciales debido a infortunios e improperios típicos de un bibliotecario que también duerme cual Borges pero cuando anda despierto es capaz de sacarle el cepo al auto que ponen los zorros tucumanos en la Chacapiedras y cargarlo al hombro mientras hace su ingreso triunfal a Bigotes.
Con motivo del cumpleaños feliz, se asume que habrá globos, papel picado y grandes sorpresas a lo largo y a lo ancho del Club Hípico. Quienes han asistido a estas fiestas saben de lo que estamos hablando y este sábado tocará una de las mejores bandas de todos los tiempos que ha estrenado vinilo propio hace unos días y está de festejo: Estación Experimental, la maravillosa creación de los hermanos Piñero subirá a escena para deleitar a todos los guetianos y guetianas, a pedido del Gueturro de Socci también la romperá El Contuvernio, a Guetúbela, a Martin Burger King, a Azote Di Vino, a Clonazepim pum pam, a los enanos reversionados y a toda la familia que conforma una de las creaciones más imposibles que ha dado lugar esta provincia llamada Tucumán, que ha merecido un libro del Gueto con motivo del bicentenario, 200 gloriosas páginas contando su rica historia, 200 páginas en blanco.

El creador Juan Carlos Mon (abajo) interpretando al Pibe Valderrama en una jugada contra Brasil.
