Sexo virtual: consejos y precauciones para la pasión a distancia
PANDEMIA
El sexo virtual y el sexting pasaron de ser un tema tabú a ser recomendados como una manera segura de mantener una vida sexual activa durante la cuarentena. Evangelina Narvaja, becaria de CONICET, analiza la cuestión y brinda una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de practicarlo.

El sexo también se practica en las pantallas.
En tiempos de pandemia, cualquier teléfono puede convertirse en la hoguera donde arden las pasiones más viscerales. Como muchas otras actividades, el sexo también se ha trasladado a los ámbitos de la tecnología y la virtualidad. Los límites entre lo que se llama sexo virtual y eso que se conoce como sexting no son del todo claros, básicamente, la diferencia que suele establecerse entre ambas prácticas es que la primera sucede en vivo y en directo, mientras que la segunda consiste en el intercambio de mensajes, imágenes y videos de contenido sexual que se produce en diferido. Tanto una como otra son tan viejas como el WhatsApp, sólo que ahora, dada la situación de aislamiento social obligatorio, se han vuelto materia de debate.
Evangelina Narvaja es becaria doctoral de CONICET y estudia las representaciones sobre el sexting en adolescentes tucumanos, investigación dirigida por la Doctora Gabriela Palazzo. Según el relevamiento que realizó, entre el 7% y el 17% de los adolescentes que fueron parte del sondeo en la provincia participa activamente del sexting enviando mensajes o fotografías, mientras que más del 20% reconoció haber recibido alguna vez imágenes de contenido sexual. Otro dato interesante que resulta de este muestreo es que a fines del 2017, cuando se realizó la encuesta, menos del 25% de los jóvenes tucumanos conocía qué significaba la palabra sexting.
Ahora, después de que el viernes pasado el infectólogo José Barletta recomendó apelar a las videollamadas, al sexo virtual y al sexting en el marco de la lucha contra el coronavirus, estas prácticas posiblemente gocen de un nuevo prestigio tanto entre jóvenes como entre adultos. Esa es la mirada que comparte Narvaja al respecto: “Me parece muy interesante que el Estado desde su discurso y desde la enunciación de una política pública se haya encargado de esto. Creo que eso puede implicar un cambio en la forma en que la gente percibe esas prácticas y hace que la sexualidad salga del espacio del tabú. Todo lo cual demuestra, además, que es imprescindible la educación sexual”. Según explicó la especialista en la materia, no cree que el contexto actual implique necesariamente una mayor cantidad de gente que haga de esto una práctica habitual, sino que haya un mayor reconocimiento, es decir, que la gente que ya lo viene practicando no tenga pruritos en admitirlo. “El sexting era visto desde un lugar de práctica de riesgo, de peligro, y que se lo esté recomendando va a implicar una modificación en esa representación”, reflexionó.
¿Cuáles son esos peligros del sexo virtual y del sexting? Los temores para quienes acceden a este tipo de prácticas, sobre todo cuando se llevan a cabo con personas desconocidas, es que después esas imágenes circulen y se viralicen. Es decir, que aquello que se pensó como un acto íntimo se muestre a los demás. “El sexo virtual y el sexting han sido recomendados como forma de mantener la salud sexual, sin embargo, no está de más, que mediten si les interesa practicarlo y que la decisión sea tomada sin presiones o amenazas. Es fundamental, si te interesa proteger tu intimidad, conversar con tu pareja o con quien vayas a practicarlo sobre las dudas o los temores que puedan tener sobre esto y que piensen e investiguen juntos la mejor manera de resguardarse”, explica Narvaja al respecto quien brindó una serie de consejos útiles a tener en cuenta para hacer de esta una práctica segura:
- Pacten en qué momentos pueden enviar una imagen o iniciar una llamada para que no resulte incómodo o problemático para el receptor.
- Revisá que tu celular no tenga virus y pedile a la persona destinataria que también lo haga.
- Si ya has pactado con alguien en practicar sexo virtual o sexting, pensá con calma qué tipo de imagen o video querés enviar. Esto, además, puede incrementar el deseo y la fantasía sexual.
- Buscá un lugar de la casa que no tenga elementos que permitan identificarte. También podés utilizar una luz tenue.
- Excluí de la imagen o del vídeo tu rostro o partes de tu cuerpo que puedan ayudar a reconocerte (lunares, tatuajes, piercings). Podés quitarte los piercings o maquillar los tatuajes.
- Asegurate de desactivar la geolocalización.
- Tratá de evitar el uso de redes Wi-Fi públicas o compartidas con vecinos durante la comunicación o el envío y solicitá a la otra parte que haga lo mismo.
- Centrá tu atención en lo que haces y verificá a quién le envías la fotografía antes de pulsar. Por esa misma razón, es recomendable que utilices una aplicación exclusivamente para este tipo de comunicación y en la que tengas solamente los contactos con quienes deseas tener sexo virtual o practicar sexting.
- Podés investigar o seleccionar una aplicación que te dé garantías, por ejemplo, aquellas que te avisan si se toma una captura de pantalla, las que las hacen borrosas o aquellas que encriptan la comunicación y no permiten que el contenido se descargue en el teléfono.
- Si tomás las fotografías con la cámara del celular, desactivá la sincronización y luego eliminá las imágenes de la galería y de la papelera. Solicitá a quien las recibe que haga lo mismo.
- Fundamentalmente, respetá y valorá la confianza que deposita en vos la otra persona y protegé su privacidad.