"Tengo una maldición, soy un lobizón": el extraño paciente que llegó a una sala de urgencias
Un recuerdo muy antiguo de una doctora del hospital Padilla, relatado para "El Rincón del Misterio". ¿Creés en este mito?

El lobizón es una criatura de la mitología popular que tiene diferentes orígenes. Algunos, relacionan a este ser mitad humano y mitad lobo, con el conocido mito del “hombre lobo”. Otros tantos se refieren al lobizón como el famoso Perro Familiar, criatura mitológica con un fuerte impacto en el imaginario social de las zonas azucareras. La historia más conocida de este ser, llamado también Lobisón por los guaraníes, es la que cuenta que el séptimo hijo varón de un hombre, toma la forma de lobizón durante las noches de luna llena.
El relato que hoy compartimos, fue contado en “El Rincón del Misterio”, grupo tucumano en donde se relatan hechos paranormales de manera anónima. Y reproducimos este a continuación, que se titula ¿Curé a un Lobizón?
“En los años 80's, la doctora Ana María era una joven recién graduada que se encontraba haciendo sus prácticas en el Hospital Padilla. Una noche tranquila, con muy poca actividad, mientras estaba trabajando en turno de emergencias, llegó un hombre gravemente herido. Fue llevado de inmediato a la sala de atención urgente y Ana María lo atendió de inmediato.
Esa noche ella estaba a cargo de emergencia, cuando al ingresar a la sala se encuentra con un hombre mayor con una herida profunda en el brazo. El hombre estaba cubierto de sangre pero pese a la impresionante herida, parecía no sentir dolor. De todos modos la doctora Ana María se acercó rápidamente para atenderlo.
Mientras revisaba su herida, el hombre miró hacia ella con unos ojos extraños y en voz baja le dijo: "Tengo una maldición, soy un lobizón". Ana María pensó que el hombre estaba delirando, pero siguió con su trabajo profesional.
A medida que avanzaba la noche, la herida del hombre mejoraba, entonces fue cuando él comenzó a contarle a Ana María su extraña historia.
Contó que años atrás, en el monte, fue atacado por una bestia. Esa cosa le mordió, entonces cayó en él esta maldición, porque en realidad lo que le atacó fue un ser humano transformado en una especie de monstruo con hocico cómo los perros. Según su versión, desde entonces, a medida que la luna crece, empieza a perder el control de su ser y se transformaba en una bestia, incapaz de controlar sus impulsos animales.
La doctora sólo le escuchaba, no sabía cómo reaccionar. Si bien la historia sonaba demasiado extraña para ser verdad, no podía negar la fuerza y el poder con el que el hombre se aferraba a su relato. A pesar de que quería pensar que el hombre estaba enfermo, que la herida había hecho que delirara, sentía una extraña sensación, algo que no podía explicar.
Finalmente, al día siguiente el hombre fue dado de alta por otro médico, pues supuestamente había mejorado significativamente. Cosa que a la doctora Ana María le pareció muy extraño pues tuvo una herida importante con gran perdida de sangre y no entendía su rapidísima recuperación.
La doctora Ana María nunca habló con nadie acerca de lo que había sucedido esa noche, ni la charla que tuvo con aquél extraño; pero nunca olvidó la extraña experiencia que le hizo preguntarse sobre el mundo en el que vivía.
La historia del lobizón puede parecer una leyenda, pero esa noche, la doctora Ana María tuvo una experiencia que la hizo cuestionar su escepticismo y su entendimiento del mundo. Una experiencia que nunca pudo quitar de su mente y que se animó a contármela bajo la promesa de que yo no daría más datos sobre su persona”
El dato curioso de este relato, es que cuenta de qué manera a través del ataque de una bestia, un tucumano se habría “contagiado” de la condición del lobizón. ¿Qué otras versiones conocés de este mito popular?