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Ciudacita: el extremo sud del imperio incaico en Tucumán

Parque Nacional Aconquija

Las Ruinas de la Ciudacita forman parte del Parque Nacional Aconquija. Lugar mítico que se conserva como un yacimiento arqueológico del pueblo Inca. Conoce su historia y cómo llegar.

Foto: Tucumán Turismo





A menos de 100 km de la Capital tucumana hay una pequeña localidad llamada Ciudacita, que se conserva como un yacimiento arqueológico de un pueblo inca que se construyó hace más de 400 años. Las Ruinas forman parte del Parque Nacional Aconquija. La localidad más cercana para ingresar al parque es Alpachiri, a 17 kilómetros de Concepción, accesible a través de la Ruta Provincial 330.

Las Ruinas de la Ciudacita poseen, tanto un valor cultural incalculable, como un misterioso enigma que va desde su origen hasta su funcionalidad. La temperatura en las noches de invierno es de -20º C mientras que en los días de verano la temperatura puede alcanzar los 30º C; hacia el llano se pueden ver las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca, hacía atrás se levanta el Morro de las Cuevas (4.900 m.s.n.m.).

Quienes visiten el lugar, emplazado a 4.200 metros sobre el nivel del mar, podrán apreciar los restos de las antiguas construcciones, que alguna vez fueron utilizadas como hogar por más de 400 personas. 

 Historia de Ciudacita

Las Ruinas fueron relevadas por el profesor Enrique Würschmidt en el año 1949, aunque los lugareños la conocían desde siempre como "el Pueblo Viejo". Ciudacita podía albergar unas 400 personas, que se abastecerían del Valle Calchaquí utilizando la gran red de caminos que los comunicaba.

Los Incas se establecieron en este sector de la provincia de Tucumán con la intención de crear una ciudad funcional y poder abastecerse de los recursos naturales de la zona. Es por eso que, a mediados del siglo XVII, esta civilización logró fundar Ciudacita: un barrio de 40 metros de ancho por 60 largo que estaba ubicado sobre el filo de una montaña y que, en lengua incaica, se bautizó con el nombre de “Kalasasaya”. 

Su objetivo era diseñar un pueblo, con todos los recursos de la época, para mantener una relación con “los hombres del llano” que habitaban en las inmediaciones. Las familias de Ciudacita convivieron hasta que se produjo la segunda guerra calchaquí y eso motivó a un abandono masivo del lugar.

Las Ruinas

A pesar de que Ciudacita nunca recibió el ataque de españoles, sus construcciones colapsaron como consecuencia del paso del tiempo, la presencia de animales en la zona y el clima. 

Sin embargo, muchas de las estructuras originales se mantienen en pie y, gracias a este factor, expertos han podido estudiarlas en detalle y llegar a la conclusión de que: 

  • Las pircas tienen una altura de un metro. 
  • El pueblo estaba separado en dos sectores: el “Recinto Ceremonial o Kalasasaya” y grupo de “Los Corrales”.
  • Las antiguas viviendas se construyeron con piedras lajas de color grisáceo. 
  • El pueblo se diseñó con una visión abierta hacia el Este, con la intención de contemplar cada amanecer en directo.
  • Son ruinas que presentan muchas similitudes con la antigua Fortaleza del Campo Pucará, ubicada en el Valle de Las Estancias.


Cómo llegar

Para visitarla Ciudacita se debe ir acompañado de guías expertos en estas actividades de montañismo. Al lugar se accede únicamente caminando o a caballo.

Según el Ente de Tucumán Turismo, para más información o para dar aviso de tu llegada, podés contactarte directamente con la administración del Parque Nacional. Contacto: (03865) 15405985 / (03865) 15405987