Top

Lupe: "El hecho de bailar es un misterio, no sabemos por qué bailamos"

Música

Mañana en la Sociedad Francesa (San Juan 751) desde las 20 hs, se presentará Lupe (BA) junto a Miguél, Elle Galgo y para cerrar la noche Dj Elu del Mal. En esta nota, una extensa entrevista de Lupe para El Tucumano | Por Jerónimo Cipriani

Fotografía por Sofía Finkel





Cuando terminé de transcribir la entrevista de Lupe, puse UN NÚMERO, me puse unas zapatillas cómodas y bailé aquí en mi casa en la cocina. Volumen alto, algunos movimientos más de baile y algunos movimientos más deportivos. Tipo saltos cortitos o subir y bajar el talón. Voy a refrescar la cabeza y voy a hacer deporte de paso, pensé.
Agarré ritmo empezando la segunda mitad de la primera canción. Aquí me puse más clubero y menos aerobic. En la intro de "Drone", hasta que arrancó el beat, caminé en círculos porque me sobraba energía del tema anterior. Fue el momento más alto del baile. Si tiré buenos pasos, fueron aquí. Me agité y disfruté mucho los graves en el cuerpo. Saqué las últimas energías en “Yo también lo pienso” y en “Metódo” paré un poco recuperando aire y solo caminé concentrado en la percusión enganchado en el juego de hi hat, el bombo y los coros. DNI y lo que siguió, fue como el momento de relajación después de una clase de yoga. 

- ¿Primeros recuerdos musicales?

- Tengo un recuerdo muy intuitivo de ser muy chiquita, como mucho tres años, y de estar en la cama de mi papá y mi mamá y que me pongan una guitarra y me hagan tocar las cuerdas. Parece un delirio que me acuerde de esto, pero me lo re acuerdo. A partir de eso fui generando como ese juego de querer pedir la guitarra para tocarla. Era una acústica Yamaha que le había regalado mi papá a mi mamá así en modo enamoramiento de novios.

- ¿Y aparte de tu mamá quién más tocaba en tu familia?

- Tocaba mi papá, mi mamá y mi tía, que es la que me enseñó. Mi tía y mi papá en realidad, pero con mi tía hubo una tarde que al cartoncito donde estaban las facturas lo dio vuelta y me escribió los acordes de “Samba de mi esperanza”. De ahí fueron semanas obsesionada para aprenderme bien todo. Tenía más o menos siete años.

Ahora hago más música del beat, más electrónica, pero igual puede volver la guitarra en cualquier momento. En realidad vengo de la guitarra, mi gran amor. Me acuerdo de memoria y te puedo cantar discos enteros de Juan Falú. Me encantaba “El cause y el agua”, me lo quería aprender. 

Aparte, mi papá es de Tandil y viajó a La Plata y empezó su vida de cero teniendo un bar, uno que fue muy icónico y donde iban un montón de músicos. Desde muy chica tuve muy cerca la cuestión de personas que vivían de la música. Siempre fue todo independiente. Él llegó a hacer cosas muy copadas, si bien su camino y el mío están súper separados, porque él está más relacionado con el rock, también con el tango y el folclore. En un momento trabajó hasta con el Chaqueño Palavecino o con Adriana Varella. Me acuerdo de tener, no sé, ocho años y que Soledad Pastorutti me cante el “Cumpleaños Feliz” en la parte de atrás del Festival de Baradero. Mi papá inventó el Baradero Folclore y el Baradero Rock. Después vendió el festival. Viví mucho eso, mi viejo laburando a pulmón independientemente y llegando a trabajar bien y con personas que trabajaban con la música. Eso estaba muy presente.

- Una gran influencia para vos supongo.

- Re, esto creo que no lo conté en ninguna entrevista, pero siempre que hablo con amigos digo que para mí, lo que más me dio eso, fue la seguridad de que se puede vivir la música, de poder valorar el trabajo e intentar al menos. También me sacó un poco la obsesión de la fama por ver el lado b. Lo cual hace que no esté desesperada ni con ganas de ser famosa, tengo ganas de hacer discos que me encanten y vivir experiencias que me emocionen. De última tener un contacto a lo largo del tiempo con lo mágica que es la música y con las cosas que genera. Me interesa el afuera, porque es un contacto con el afuera la música también, pero no tengo esa cosa de la carrera de ir a la fama como objetivo.

- ¿Y hoy cuál es tu objetivo con la música?

- Es muy amplio. Por un lado, está el objetivo personal y, por otro lado, está algo más místico que uno siempre tiene y que es difícil describirlo. Siento que la música me ayuda a sobrevivir en lo personal directamente. Después cuando a eso lo comparto, según la forma y el contexto, he comprobado que también ayuda a otras personas en momentos muy importantes. Entonces es poder darle el mayor lugar posible, que sea algo que vaya para adelante y que me ayude a mí y a otras personas que necesiten escuchar eso. 

Me pasa que tengo objetivos a futuro bastante más ambiciosos. Me pasa de tener una pata donde no tengo una banda y no estoy con guitarras ni batería, y tampoco soy dj. Entonces me ha pasado esta cosa de estar en un punto medio híbrido. Tengo ganas de hacer algo de gestión cultural para agarrar y juntar gente como yo y ver cómo podemos hacer para que tengamos más visibilidad, todas trabajemos de esto y vivamos dignamente. Tengo esa cosa más ambiciosa.

- La del “Baradero Rock” jaja

- Sí, jaja.

- Es re importante armar escena y quiero preguntarte sobre eso. Viraste a un nuevo sonido,¿dónde te encuentras haciendo la música que haces ahora? ¿Qué hay alrededor tuyo?

- La verdad, a nivel escena me cuesta encontrar eso de “me siento en una escena”. Siento que la escena existe y como que si fueran muchos círculos que en parte, coinciden con otros. Hay mucha cuestión en paralelo y a veces me siento con un pie en acá, allá y ahí. Pero porque es natural, no es porque... Es más, siento que fue como un comportamiento que tuve desde la escuela, no tenía un grupo de amigas, era amiga un poco de todos los grupitos. 

Pero como veo la escena en sí, es mucha gente intentando hacer lo mejor posible y hay muchos sonidos muy distintos. A veces me pasa que veo micro nociones de qué es la realidad, “esta es la movida”, pero me parece que es una especie de auto-trampa porque no terminamos de potenciarnos, de encontrar algo que reúna un poco todo. Igual a veces no tiene por qué reunirse todo, pero a veces pasa que pienso “che, esto no está tan lejos” y está todo muy nicho. Lo cual es válido y la gente es feliz así. 

- La música argentina, la música latinoamericana, ha tomado cierta importancia hacia afuera. Quizás un poco de la mano del género urbano, no como algo absoluto, pero hay más atención hacia aquí. Después de pronto llega KEXP y hace unas sesiones aquí. O sea, no está de más pensar de qué manera preparar una escena donde sube uno y suben los otros también. Eso es impresionante de la escena urbana donde cada uno con su estilo se levantaron unos con otros. No importa si gusta o no, importa la cuestión de profesionalizar, al fin y al cabo, si se quiere vivir de la música hay que ver qué onda con el “eterno underground”. Se necesita ponerse a tono de una industria o al menos de una escena potente.

- Coincido en lo que decís y creo que siempre destaco eso, más allá de que a uno le guste o no la música. Por ejemplo Duki pasó de una plaza rapeando a hacer que se ponga el foco aquí. Y toda la escena esa también. Claramente se esforzaron un montón y lograron cosas muy tremendas. Eso trae un foco. 

Justamente pienso como podemos organizarnos lo que hacemos más esta cosa electro-pop o más híbrida, para poder estar a la altura de esa exposición que hay, de esa apertura al mercado internacional sin perder nuestra identidad. Cómo profesionalizar ese underground punto medio de sonoridades más alternativas porque está la posibilidad. Yo estoy siempre mirando eso, internacionalmente, cuáles son las propuestas a las que les está yendo bien y que tienen que ver con mi sonoridad. Entonces voy chusmeando, a veces son de nicho, a veces no. Por lo pronto estoy mirando y creo que está pasando eso, estamos en un proceso de punto medio que está interesante. Lo que sería quizás, por ejemplo, Arca. Está en el mainstream, pero no perdió la cuestión de trabajo sobre la obra. Es ese tipo de intersección que se da me parece importante. Pienso que acá se abre esa posibilidad.

- ¿Por qué decidiste virar hacia la electrónica?

- Tiene muchas patas esa decisión. Primero, no fue tan consciente, fue como algo natural, pero sí fue muy consciente la decisión de producir yo sola. Eso fue primero más allá de la sonoridad, fue por una cuestión, por un lado, tenía ganas, me daba deseo expresarme más fácilmente sin tanto intermediario y, por el otro, por una cuestión económica. Realmente reduzco el valor de todo, aunque lo doy con mi trabajo por igual. 

También por una cuestión realmente de machismo. Yo estudié y en ese momento en la facultad era la única mujer del curso, siempre. Estudiaba Grabación y Postproducción de audio. El nivel de discriminación sutil. Es no responder cuando hablás, los profesores hacían burla cuando yo rendía un examen. Sentía que estaba estudiando clandestinamente, era una cosa rara. Y estaba pagando la cuota de la facultad, pero con esa sensación de “no es para vos”, era meterte en un mundo que es solo para hombres. Pero bueno, quizás ya va cambiando, no sé qué tanto. Después, por suerte, conocí por internet a Natalia Perelman, ella fundó RMS (Red Multisonora, ex Red de Mujeres en el Sonido). Me comuniqué con ella y encontré todo un grupo de gente que me acompañó un montón y que hasta después representé internacionalmente en algunas charlas.

También me pasa ahora cuando voy a tocar, los sonidistas cuando yo pido algo básico reaccionan como si fuera una diva porque solo estoy pidiendo una caja directa. Inclusive los productores de los eventos. Pido para hacer la prueba de sonido, me dicen “sí, sí, sí” y después me dejan sin la prueba porque piensan que soy dj. Hay una constante subestimación todo el tiempo. No solo por no ser varón, sino también por no tener una guitarra. Por el hecho de yo estar con la compu, asumen que estoy dando play y ya está. 

En fin, hay muchas capas. Más que nada la parte más linda es poder relacionarme de la manera más fluida posible con la música. Y también, el hecho de tener una banda es una responsabilidad grande y quiero poder abordarla cuando pueda costearla. Se me hace como que es un trabajo aparte y lo admiro muchísimo. Cuando veo una banda que funciona, que se llevan bien y están tocando hace un montón digo “eso es un arte aparte”. 

- De la música electrónica que referencias tenés

- Justo soy una persona que escucha mucha música y me gustan muchos tipos de música electrónica. Pero sí recuerdo por ejemplo una canción que conocí una noche y eso fue como un disparador para empezar a hacer electrónica. Era una canción que se llamaba “Nuestro valle” y era de un productor que es de Tierra del Fuego, que se llama Fueguian. Era sampleando a Atahualpa Yupanqui. 

- ¿Era electrónica de baile?

- No full bailar como si fue un House alegre ni nada, sino como con una cierta rítmica. Lo conocí al chico, él viene mucho del folclore. Esa canción me explotó la cabeza, creo que fue en 2018 más o menos. Yo venía escuchando música en general y electrónica, pero en mi mente no había hecho como un click. Sabía que me gustaban algunas cosas y todavía no podía nombrarlas y eso. Pero al otro día, por ejemplo, ya hice mi primer tema de electrónica. Empecé compulsivamente. Ahí tuve muchas influencias, por supuesto sí, con Djs Pareja hice un disco y ellos fueron influencia, pero más que nada al principio, fueron influencia un pequeño grupo de personas como por ejemplo este chico y Franco D’, que es un productor de La Plata. Hacen una música electrónica bastante sensible. Después obviamente hice todo un camino de escuchar, escuchar y escuchar, hasta hice talleres de la música electrónica y ahí me obsesioné con todo desde el electro del principio, desde la música Ambient de los 70’s hasta ahora. Vi de todo. Hoy en día entiendo que me estoy divirtiendo mucho y me gusta mucho el House, pero en realidad escucho muchísima electrónica como si fuera más emocional. Por supuesto que sí, me encanta Aphex Twin, me gusta U-ziq, un artista que hizo más discos en los 90’s, también Eris Drew, que es productora y dj. Como dj también me gusta mucho Diamin, tiene mucha data interesante. 

Siempre estoy investigando y tratando de estar atenta a nuevas sonoridades. A veces escucho djs set solamente para escuchar la selección de esa persona y ver una cosita. No soy una persona que pueda decir “me gusta este género”. De hecho estuve mucho tiempo escuchando Drum & Bass, después también escuchando House, también IDM. Aparte, me gusta mucho el sampling, entonces siempre que haya un poco de electrónica y samples… soy muy fan. Hay gente más fan de los sonidos digitales, sobre todo ahora después de Sophie. Por ejemplo, en la obra Sophie me inspira mucho las cosas que dice en las letras, su vida y cómo abordó su proceso y proyecto musical. Me parecen interesantes sus sonidos, pero no es justo eso lo que más me impresionó. Fue lo otro.

- No es necesariamente el baile “sino el movimiento de las ideas”, ¿podrías expandir este concepto que leí en tu press kit?

- Para mí la música está relacionada con el arte y es parte del arte, y quizás me interesa pensarlo de una manera más integral. Como que una canción es la posibilidad de generar movimiento físico y traer movimiento de las ideas. Como cuando vas a una galería a ver una obra o una performance. Entonces hay algo muy loco que habilita a la música en una pista de baile a que algunas personas entren en un trance, que ni siquiera tiene que ser inducido por ninguna sustancia, sino que la música misma lo hace. 

El hecho de bailar es un misterio, no sabemos por qué bailamos, no tiene necesariamente una función específica de supervivencia, pero al mismo tiempo pareciera que sí. Porque es como algo en lo que entramos y lo podemos hacer durante muchas horas. Algo de que unas personas se reúnan, viajen y paguen una entrada solamente para estar ahí bailando, me haría ruido que sea solo para mover el cuerpo. 

Me parece que hay que también se está moviendo, que son las ideas, hay algo medio terapéutico ahí y creo que la música siempre ha acompañado los procesos y cambios culturales. Y para mí, mi música no está exenta de eso. No es que yo realmente haga música porque quiero que la gente baile, sino que es como si tuviera haciendo algo con una guitarra, con una letra, como una payada, pero llevado años después a decir “bueno, ahora lo estoy haciendo de esta manera, con estos sonidos y con una computadora”. 

Pero el objetivo quizás es el mismo de hacer una canción con letra y con un piano. Por eso trato de poner una vocal, si no, si es todo instrumental, que haya ciertas cuestiones o armónicas o de sampling o de algo que genere algún tipo de emocionalidad. Inclusive, a veces la pista o el beat no es tan emocional, pero la letra… Trato de pensarlo como una pintura en la cual tiene que haber cierto equilibrio de las cosas y tiene que decir algo. Entonces no se mueve solo el cuerpo, sino un montón de otras cosas.

- ¿Qué cosas escuchas que por ahí no compartes tanto con otras personas? Cosas que por ahí se escuchan más en la intimidad.

- Siento que hay mucho de popurrí. Está esto que te decía que en un momento agarré Juan Falú, pero de verdad… agarrar un disco y conocerlo de principio a fin. O también otras cosas más graciosas por ejemplo, es haber escuchado discos enteros de Luis Miguel. O sea me encanta. 

- A Luis Miguel no se lo deja de escuchar, pero sí es más raro agarrar discos enteros. En general creo que se escuchan canciones sueltas. ¿Cuál disco escuchabas de él?

- Romance me encanta. Arranca con una tremenda orquesta. Igualmente, no es que sea muy fan, es algo que capaz es más de curiosa. Pero sí, escucho de todo y a veces agarro discos enteros y los escucho muchas veces.

Ahora estuve escuchando mucho uno de Janet Jackson, que solamente lo escucho porque me fijé cuáles eran los discos más largos de la historia del pop. Estaba haciendo un análisis porque mi disco nuevo probablemente sea muy largo, entonces dije “a ver, voy a ver la experiencia”. Entonces lo hice muchas veces de escucharlo de principio a fin, a ver si aguanto jaja. Ya pasó varios tests. 

- ¿Bastante analítico y de investigación tu proceso?

- Me divierte sobre todo. 

La parte negativa es que soy muy acumuladora, hago muchos temas y después tengo que curar todo eso. Entonces a la hora de curarlo y de ponerlo en una especie de álbum, Trato de investigar un poco, es como que para no dejarme llevar tanto solo por las emociones y después marearme. O sea, un día me encanta y otro día dudo y esas cosas. Investigo para tomar algunas decisiones, para pensar bien como quiero que comience, qué quiero que suceda. Al mismo tiempo todo es neurosis y después no sirve de nada toda esa investigación. Mi objetivo es que sea un disco que me encante y que después yo siga, mire para atrás y sea algo que sé que me gustó mucho.

- ¿Te gustaría recomendar alguna música, canción o artista musical que creas que no es tan conocida para variar y visibilizar otras cosas?

- De acá de Argentina hay una artista que es poeta y ahora también hizo un disco, es súper underground y se llama Miss Romi. El disco se llama “Mujere” y hay una canción que se llama “Sexo y tecnología”, es muy buena e interesante. De Chile, estoy escuchando mucho a Mariana Montenegro que es una compositora increíble que tiene sus canciones en formato canción y también electrónicas. Me siento muy identificada, justamente por esta cosa medio híbrida. También me gusta mucho Mamacita que es de Chile también. Recomiendo “Antología del drama”, un disco que sacó el año pasado que me encanta. 

- ¿Algo que te gustaría contar para cerrar la entrevista?

- Sí, quiero contar que estoy haciendo un disco y estoy tratando de terminarlo cuando antes, estoy re contenta.

- ¿Saldrá para fin de año?

- La idea es que salga, o para fin de año o para principio del año que viene. Pero así como muy justito en ese límite, porque lo quiero ya compartir. Le di muchas vueltas porque hice realmente, parece una mentira, entre 200 y 300 tracks en estos últimos años. 

- Wow

- Entonces, no podía sacar un disco de 300 temas, hasta lo hablé con la psicóloga jaja, porque no podés sacar un disco ni de 50, nadie lo va a llegar a escuchar. 

- Jja onda “El salmón 2” jaja

- Jaja, obviamente que investigué eso también.

- Me encanta ese disco y me copa que se haya dado ese gusto. O sea, pensando en los CD-R, en una cajita especial para 5 discos, se dio el gusto. Hoy es otra cosa, onda subís todo a YouTube y ya está. 

- Claro, debe haber sido todo un desafío. Me encantaría poder editar algo así. 

En cuanto al disco, estuve mucho en el proceso de selección, imaginate cuantas sonoridades aparecen en 300 temas. Entonces, estuve en todo un viaje, pero ahí lo estoy terminando.

- ¿En cuántos tracks cerraste?

- Eso lo dejo sorpresa jaja. Porque es una sorpresa para mí directamente. Tengo todos los temas terminados y los tengo que mandar a mezclar y antes, quiero unir una puntita con el otro y hacer cositas para que se continúen bien. Y en eso, siento que las canciones están como “no me elimines” y las voy sacando de a poco, “vos te vas” jaja.  

Otra cosa también, estoy muy contenta de ir a Tucumán. Estas cosas a mí me inspiran porque soy medio fan de Argentina, me parece un tremendo país. También es la posibilidad de salir un poco de esta cuestión porteña que está un poco fagocitada, como que hay un montón de experiencias increíbles, pero también tengo ganas de conocer qué otras cosas pasan, por ejemplo en Tucumán. Me pasa que he ido mucho a tocar mucho o a Mendoza o a Córdoba y tengo ganas de ampliar eso, que no sea solo ahí y pueda ir más a Tucumán o Salta o hacia el sur también. Lo tomo como una posibilidad de conocer Tucumán y de conocer qué está pasando allá. Es más, estoy tratando de no tocar para terminar el disco, pero apareció esta oportunidad y dije “tengo que ir”.