La Casa Obispo Colombres abre sus puertas nuevamente en una noche que promete ser memorable
Con un ambicioso plan de obras completado, el museo abre nuevamente sus puertas para mostrar su patrimonio histórico y arquitectónico, en una noche que promete ser inolvidable con la actuación de “Los Primogénitos del Jazz”.

foto:comunicacionsmt
En la víspera del Día Internacional de los Museos, San Miguel de Tucumán se prepara para celebrar la reinauguración del Museo de la Industria Azucarera (MIA) “Casa Quinta Obispo Colombres”, una joya del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad. La Municipalidad ha completado un ambicioso plan de obras que se presentará este viernes 17 de mayo a las 19 h.
El MIA no es solo un museo; es un testimonio viviente de la identidad cultural de Tucumán. “Hablamos mucho en cultura de recuperar la identidad de la ciudad y este museo tiene mucho que ver con eso, así que estamos muy felices de reabrir sus puertas”, enfatizó Soledad Valenzuela, secretaria de Cultura municipal. La casona, que data de hace más de dos siglos, fue el hogar del Obispo José Colombres y el sitio del primer trapiche azucarero de la provincia, marcando el inicio de la industria azucarera en la región.
La restauración del MIA ha sido un proceso meticuloso y colaborativo. “Hay un trabajo enorme que nos ha llevado cuatro meses de intenso trabajo diario, junto a las autoridades también de Patrimonio Histórico de la Nación que han venido y nos han explicado cómo tenía que ser este proceso”, compartió Valenzuela. Entre las tareas más destacadas se encuentra la restauración de las tejas “musleras”, que han recuperado su color original gracias a un proceso artesanal.
La inauguración promete ser una noche memorable con la música de “Los Primogénitos del Jazz”. Además, el MIA abrirá sus puertas durante el fin de semana del Día Internacional de los Museos, permitiendo a los visitantes explorar la historia y la evolución de la industria azucarera.
La puesta en valor del museo incluye la reconstrucción de paredes de adobe, la restauración de esculturas significativas y la mejora de las instalaciones para los visitantes. “También se ha hecho toda la revalorización del entorno del trapiche que tiene más de 200 años como la casa”, señaló Valenzuela, destacando la importancia de preservar este espacio histórico para las futuras generaciones.