A 166 años de la llegada del Daguerrotipo, las nuevas e innovadoras miradas de Tucumán
El 21 de septiembre se celebra el Día del Fotógrafo en Argentina. La fecha conmemora la llegada del primer procedimiento fotográfico al país. Su llegada a la provincia y la experiencia de tres nuevos referentes en la provincia: Luis Collados, Leandro Zerda y Maximiliano Palencia.

Día del Fotógrafo en Argentina: Conocé las nuevas miradas de Tucumán.-
El 21 de septiembre se celebra el Día del Fotógrafo en Argentina. La fecha conmemora la llegada del Daguerrotipo, el primer procedimiento fotográfico al país, en 1840. Esta técnica era utilizada casi exclusivamente para la realización de retratos. Descubierta y desarrollada por Nicéphore Niépce y Louis Daguerre en la década de 1830, en Francia y presentado por François Arago a la comunidad científica, en 1839. Rápidamente se difundió a través de todo el mundo.
Según el libro "Para una interpretación de la fotografía en Tucumán. Volumen 1", de Carlos Albornoz, el primer aviso que ofrecía retratos realizados con esta técnica en Tucumán, fue publicado el 12 de agosto de 1858 en el diario Eco del Norte. Su autor era un relojero de nombre Claudio José Aumada.
Al año siguiente con la llegada de los franceses Amadeo Jacques y Alfredo Cosson, ambos profesionales de la técnica del daguerrotipo, se instalaría definitivamente la fotografía en Tucumán.
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A 166 años del primer anuncio, Tucumán cuenta con cientos de miradas distintas que registran, día a día, campañas publicitarias, eventos sociales, recitales, retratos y la cotidianidad de las calles.
Ansel Adams, un importante fotógrafo del Siglo XX que definió que: "El componente más importante de una cámara son los 30 centímetros tras ella", haciendo referencia que no es importante el equipo, sino el conocimiento y la creatividad que nace de la cabeza del fotógrafo.
Hoy, Tucumán está siendo testigo del surgimiento de nuevos profesionales entusiastas y apasionados en este arte de dibujar con luz: Maximiliano Palencia, Leandro Zerda y Luis Collados cuentan su historia.
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Maximiliano Palencia, más conocido como @elojodeagamotto, es un influencer de la fotografia en Instagram y fotografo. Su pasión por la adrenalina y la fotografía de principios del siglo XX, fue el detonante para salir a las calles tucumanas con su cámara analógica, o digital, a mostrar la furia de la ciudad.
Maximiliano Palencia, alías @elojodeagamotto.-
“Desde los 16 años que práctico BMX y para poder consumir este deporte, a principios del 2000, lo hacía a través de VHS y de fotos de revistas especializadas. Esas imágenes me inclinaron a que sea yo la persona que registrará el deporte. En un momento, le escribí a Laureano Vallejo, porque tenía una revista nacional, que en Tucumán había un chico que prácticaba el deporte y le faltaba una pierna. Laureano sacó un boleto de avión y se vino a Tucumán a hacerle la nota y cuando llego sacó una cámara Full Frame, que en ese tiempo no sabía que era, tres trípodes, flashes, remotos y me voló la cabeza. Al año siguiente, me inscribí en la facultad", recordó Maximiliano mientras tomaba un café con leche mirando por la ventana del Bar Bernasconi.
Sus años de cursado en la tecnicatura universitaria en fotografía, que se dicta en la facultad de artes de la Universidad Nacional de Tucumán, lo definió como "algo tormentoso" hasta tomar la decisión de dejar la carrera. "La tecnicatura es de tres años y yo creo que estuve seis. No sentía que me funcionaba para mí. Esto no significa que no funcione, actualmente hay otros tipos de docentes que acompañan a los alumnos y alumna. Pero en mí época, pero no lo sentí así. Entonces me aleje y empecé a estudiar por mi cuenta”.
Foto de @elojodeagamotto
De esta manera, Maximiliano reemplazó lo académico por la curiosidad y de la necesidad de querer vivenciar las experiencias de los grandes autores que leía. “Yo hago fotos en la calle. Puede ser muy controversial tal vez para algunas personas. Pero la realidad es que al estudiar de manera autodidacta empecé a leer sobre autores y grandes maestros de la fotografía de principio de la década de 1920 y 1930. Yo quería vivir lo que hacían ellos y una limitación muy grande que sentía en ese momento, porque lo primero que piensas cuando haces fotos es el equipo y luego la locación, es que estoy en Tucumán y no en Nueva York. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que no me hacía falta un gran equipo, ni estar en otro lado. Solo tenía que salir a hacer lo mismo."
Maximiliano utiliza un equipo digital como analógica. “Ando siempre con una Fujifilm x100s pero, también tengo una Leica telemétrica. Esta última, es emblemática porque sería la primera cámara que le permite al fotógrafo callejero andar con un dispositivo chico ya que reemplaza a las cámaras con fuelles y utiliza película de 35 milímetros. Está desde la década de 1920 y da una libertad muy grande. Esto era algo que quería experimentar, de querer vivir lo mismo que hacían las personas que leía en los libros y esto me invitaba a buscar lo mismo desde que equipo usaban hasta que tipo de foto puedo emular”.
Foto de @elojodeagamotto.-
Además, Palencia forma parte de una comunidad de fotografía analógica que organiza salidas por la ciudad. “Nos unimos de casualidad con Sami Asfoura, Nahuel José y Eduardo Ojeda. En 2018, me doy cuenta que había un local que se llama Tucumán Analógico. Allí dejábamos los rollos para que sean revelados. Cada uno estaba haciendo fotografías a su manera, o con un estilo muy parecido. Entonces, en algún momento, propusimos juntarnos un sábado a salir en grupo. Así comenzó. Hoy se mantienen las salidas, pero la dinámica es un poco diferente. Porque pasó de ser 4 o 5 personas a tener un grupo de WhatsApp de 95 personas"
“Actualmente para mí, la fotografía es una necesidad básica en mi vida. Este año particular, deje todo por la fotografía. Si bien, aún no le encuentro la vuelta para poder vivir 100% de esto, pero renuncié a mi trabajo de 14 años porque siento la necesidad de arriesgarme por esto. Para mí, es el pilar de mi vida”.
Foto de @elojodeagamotto
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Leandro Zerda es técnico universitario en fotografía, vive en Tucumán desde hace 13 años y es director del Anuario Fotográfico y docente de talleres donde invita a los participantes a reflexionar sobre la fotografía. “Más allá del trabajo y de los años que vengo ejerciendo la profesión, por suerte se me planteó la posibilidad y la oportunidad de brindar un taller que hace pensar y replantear el por qué. Se llama taller de fotografía narrativa, que hoy cuenta con 39 miradas diferentes. Es un proyecto que enriquece un montón porque me permite descubrir de cada participante sus experiencias, lo que quieren trasladar con sus fotos y, al mismo tiempo, ellos puedan tener un feedback sobre sus registros, de tener una pseudo curaduría, que a mí me hubiese encantado de tener esas oportunidades”.
La idea de iniciar sus talleres surgió en 2018 luego de brindar formación en barrios marginales de la provincia junto a La Garganta Poderosa. Para 2020, ya tenía todo listo para emprender este nuevo camino en la Sociedad Francesa pero la Pandemia, lo obligó a posponerlo dos años después. Fue en marzo del 2022 cuando abrió un espacio de aprendizaje distinto. “Fue un grupo muy numeroso. Yo pensé que iba a ser 8 y terminamos siendo en la primera clase y fueron 23. Al final, el taller que fue pensado para una duración de dos meses, se terminó extendiendo hasta diciembre. Se hizo un grupo muy lindo de entusiastas y apasionados de la fotografía. En el 2023, cambié el espacio donde realizaba los encuentros y participó un grupo más reducido. Luego, la vida en el medio me atravesó y me desalentó. No tenía ganas de estar vinculado a la fotografía y gracias al apoyo de la familia y los más cercanos, volví con un taller que se realizó en octubre. Y este año, empezacé con 2 grupos y en el medio, gracias a la ayuda de un influencer que tengo en las clases de los lunes, más gente me comenzó a consultar que quería sumarse y se abrió un tercer grupo, para luego sumar un cuarto.”, contó Zerda.
El éxito de sus talleres va más allá de la pasión y el amor que le pone en cada clase. “Yo pienso desde otro lado. “Si yo voy a participar de un taller, quiero que el profesor tenga un diálogo constante conmigo. Para mi enseñar es una oportunidad única”
Leandro Zerda
Además, Zerda aconseja a los estudiantes de la carrera a ser curiosos y no limitarse con el contenido que ofrece la facultad: “Soy egresado de la Tecnicatura Universitaria en Fotografía, de una universidad pública. Lo que implica eso es que podes tener una educación de calidad "gratuitamente". Solo que necesitas tener esa curiosidad para conocer sobre nuevos autores y no limitarte con los contenidos que brindan los profesores, así podrás ampliar el panorama. Eso depende de cada uno. Los que están transitando la carrera y se acercan al taller, lo hacen para ampliar su dinámica de aprendizaje que no es tan estructurada. Es otra manera de hacer fotografía, no es peor ni mejor, es diferente. La carrera es necesaria como está planteada, necesitas los primeros años para poder saber para que estilo de fotografía quieres direccionarte porque la gama de posibilidades que te brinda la fotografía no es solamente hacer fotoperiodismo, podes hacer publicitaria, retrato, sociales, street, etc. El cielo es el límite"
Juicio a Rubén "La Chancha" Ale. Foto: Leandro Zerda
Zerda, además de ser docente de talleres, es el director del Anuario Fotográfico, un espacio que permite a fotógrafos y artistas de la región mostrar su trabajo. “Es un proyecto que inició en 2016, junto a el Técnico Universitario en Fotografía, Gastón Girau. Surgió a partir del interrogante de qué es lo que hacían los autores y autoras acá en la región. Entendíamos que se necesitaba un espacio para mostrar las obras de distintos autores más allá de sus redes sociales. Logramos unificar criterios y sumamos fotógrafos, fotógrafas, artistas consagrados y emergentes de la región. Terminó siendo el anuario fotográfico, un concurso de fotografía donde destacamos y seleccionamos a las mejores fotos del año en distintos volúmenes. La primera edición, que aborda los trabajos de los años 2016-2017, es de tapa blanca porque es el génesis de todo el proyecto. El segundo es del 2018, y su tapa es de color verde en alusión a lo que fue la ley del IVE, y como marco eso una gran disrupción en toda la sociedad. Y la tapa de la tercera edición, es un enlace entre la bandera Wiphala y la bandera del colectivo LGTBIQ, porque lo íbamos a sacar en el 2020 y por la pandemia se extendió y terminó saliendo en 2021. Esos son los tres que pudimos imprimir hasta ahora. El proyecto sigue vigente y hay mucha gente que está entusiasmada en sumarse a colaborar. Porque al fin de cuenta, es un trabajo colaborativo por y para fotógrafos, fotógrafas y artistas de la región para tener un espacio para visibilizar todas sus obras de su autoría.
La fotografía para Leando Zerda es mucho más que una imagen captada o bien compuesta. “Para mí, la fotografía es un instante captado que te atraviesa. Es poder registrar y respetar la memoria”
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Luis Collados es un fotógrafo tucumano y retratista de 51 años. Él fabrica sus propias cámaras analógicas y utiliza distintos procesos fotográficos antiguos para realizar sus obras. Además, brinda talleres sobre fotografía estenopeica, revelado digital y en sus tiempos libres realiza fotografía de gran formato analógicas, ampliaciones, contactos y transferencias. “Inicie en la fotografía hace 11 años. Estudié siendo grande y es una experiencia muy recomendable. En el 2018, me recibí de Técnico Universitario en Fotografía. Sin embargo, la mayoría de mis conocimientos son consecuencia de investigaciones, lectura, estudio, práctica, experimentación o la participación de talleres externos, ya que muchos de los contenidos en el cursado de la tecnicatura, necesitan actualización y nadie se hace responsable”.
Su pasión y curiosidad lo lleva a investigar las distintas ciencias que componen a la fotografía. “Investigo mucho sobre la física de la luz, la química para procesos fotográficos y últimamente estoy dedicando tiempo a leer sobre la historia de la fotografía tucumana. Fabrico mis cámaras analógicas de cartón de formato medio y gran formato para usarlas retratando personas sobre placa de rayos x, es una serie que estoy realizando hace casi 4 años”, destacó.
Cámara de formato medio. Luis Collado.
“Soy retratista porque me encanta. busco la expresión en la persona a que retrato. Es algo que voy trabajando, intentando lograr la confianza y equilibrio entre la persona, la cámara y el fotógrafo. Mis retratados no son modelos, por eso antes de la sesión les cuento sobre el estilo de fotografía que realizó, cómo y con qué lo hago. Trato de generar un ambiente agradable con música y les doy algunos consejos sobre posturas. Luego, comparto con ellos el proceso de revelado en el cuarto oscuro. Es un momento mágico del que pretendo que nunca se olviden. En definitiva, trato de que toda la experiencia sea agradable para ambos”, destacó Collados.
Y agregó qué: “Si hablamos de la imagen fotográfica, me gusta que mis fotos resalten. Está formada por diversos contrastes de luces y sombras, pero también de planos focales, de colores, de formas, de texturas, de sentimientos, de realidades, de sensaciones, de acciones, de reacciones, de momentos y podría seguir. Considero que cuantos más contrastes tenga una fotografía es más interesantes, y está bueno pensarlo desde ese punto de vista.
Retrato a Marga Fuentes de Luis Collado.
Entre otras investigaciones que viene realizando Luis Collados, hay una en que busca conocer la historia de la profesión en Tucumán y descubrió a grandes artistas de mediados de Siglo XX. “Admiro muchísimo el trabajo de dos fotógrafos retratistas tucumanos de mediados del siglo XX, Manuel Valdéz del Pino y el italiano Jeremias Epidi o Dipiel Goré, dos enormes artistas que forman parte de la historia tucumana, sus fotografías son obras de arte para mí.”
Además, sueña con ser docente en la Casa de Altos Estudios. “Aspiro alguna vez poder concursar y ganar un cargo docente, para aportar todo lo que pueda a futuros estudiantes, docentes y sobre todo a la facultad que tanto quiero y fue mi casa por muchos períodos”
Para finalizar, Collados les deja un consejo para los más jóvenes. “A los fotógrafos más jóvenes les aconsejaría que se enfoquen en ellos mismos, en su trabajo y sin mirar lo que hacen o no los demás. Estudien e investiguen. Tomen las críticas constructivas para avanzar. Muestren su trabajo. Pidan consejos. Quédense al lado de las personas que suman. No tomen a la fotografía como una competencia contra colegas sino contra ustedes mismos. Promuevan lazos entre ustedes porque entre todos pisarán más fuerte. Tengan paciencia porque nunca se deja de aprender y nunca bajen los brazos. Este oficio o profesión, es muchas veces frustrante, pero si trabajas, las satisfacciones serán muchas más.”
Foto de familia. Bienal 2022. - Luis Collado.