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"Ocho días": fue a la Esquina Norte, mostró lo que pasa en el bar y dejó un último pedido conmovedor

HISTORIAS DE ACÁ

Juanjo Castaño es amigo de Esteban, el dueño del bar Esquina Norte, anclado en avenida Sarmiento 10. Ayer retrató lo que la cafetería está atravesando y hoy, después de las repercusiones en las redes sociales, dialogó con eltucumano.

Esquina Norte bar y café. Foto: Juanjo Castaño.





Juanjo Castaño conoció a Esteban cuando Esteban todavía era un mozo y tenía un sueño: ser dueño de su propio bar. “Esteban puso su primer bar en 2015 en la Crisóstomo y Congreso. Estaba medio escondido y lo tuvo que cerrar porque remodelaron todo. Ahora se arriesgó hace dos meses con este bar que está en Esquina Norte, pero las cosas no están bien”.

Juanjo es el amigo de Esteban y es el muchacho que ayer jueves publicó en las redes sociales una imagen y una historia que conmovió a los tucumanos: el bar Esquina Norte, con su madre sentada a la mesa como única clienta en horas, una realidad que golpea a Esteban y cada vez más duramente a los pequeños y medianos emprendedores tucumanos.

“No entendemos muy bien qué pasa. Es una zona muy concurrida de día (Banco Nación, Caja Popular) pero le dicen a Esteban que tiene caro los precios. Mirá: tiene a 4 mil pesos el tostado mixto con licuado. El mixto es de jamón y queso y son cuatro sanguchitos, no dos como en otros bares. El licuado de banana con leche es un espectáculo. También tiene de durazno y de frutilla cuando está de estación.  ".

"Después pedís una leche cortada o un café con leche y Esteban no te engaña con la espuma ni tampoco te sirve el café es aguado. Todo te sirve siempre con un vaso de soda fría como marca la tradición. Y los menúes cuestan 4 mil pesos”, le cuenta Juanjo este viernes a eltucumano. 

“Por más que Esteban sea mi amigo, yo tomé la decisión de ir al bar con mi madre y darle una mano porque hay que apoyar a los emprendedores tucumanos. Soy community manager, pero nunca hice publicaciones para pedir un puntito. No queremos que cierre el bar”, cuenta Juanjo, luego de que su publicación explotó en las redes sociales y muchos amigos quedaron en ir a tomar un café y apoyar al dueño del lugar para que no cierre.

“Hablé con Esteban y le pedí que me avisara si veía algún cambio después de la publicación. Me dijo que sí, que ha mejorado un poco. Ver todas las cosas lindas que escribe la gente y que se convoque a tomar un café es una caricia al corazón, pero por ahora no alcanza. Esteban tiene el local por ocho días más. Tiene la decisión de dejar el local si no levantan las ventas, pero no quiere cerrarlo. Sería lindo que entre los vecinos y los trabajadores de la zona apoyen al bar. Está dura la mano para todos. Pero no perdemos la esperanza. Ojalá que entre todos lo saquemos adelante y que no cierre. Ojalá que el bar no cierre”.

"Fuimos con mi madre a hacerle el aguante a Esteban. No queremos que cierre el bar".