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"Vuelven las noches únicas": reabre sus puertas uno de los mayores templos de la cumbia en Tucumán

Historias de acá

La enciclopedia de la historia de la música tropical argentina dice que fue el último escenario que pisó El Monstruo Sebastián antes de partir a la eternidad y que fue una meca cumbiera en la provincia. Una nota de eltucumano.com fue la chispa que volvió a encender el fuego y el sueño del regreso de La Retro.

Vuelve La Retro, un autentico templo de la cumbia en Tucumán.





Volvió Diego Maradona para clasificar a la selección al mundial en 1994 y, valga la redundancia, volvió a volver después para tirar sus últimos hechizos con la camiseta de Boca. Volvieron a usarse las riñoneras y el corte conocido como Nacional B. Volvieron a tocar Los Piojos. Volvió Rocky unas cuantas veces. Volvieron los Tubby 3 y Tubby 4 a los kioscos. Volvió Toto Caputo a endeudar al país con el FMI. Volvió ella con ese que se cansó de guampearla. Y volviste vos con la misma traidora que te hizo arar como tractor Massey Ferguson nuevo ¿Cómo no iba a volver una de las grandes mecas cumbieras que supo tener Tucumán? Con la nostalgia de tantísimas noches de pasos prohibidos y la impronta musical de las cumbias de antes, el regreso de La Retro ya tiene fecha así que vayan eligiendo la mejor camisa, lustren las bucaneras y preparen altas llantas que vuelve un clásico de las noches de los viernes en la provincia. 

Corría el año 2000 y en una esquina frente a la plaza Yrigoyen, Metropolis ostentaba la hegemonía de la noche cumbiera en la provincia hasta que, a pocas cuadras, surgió un boliche dispuesto a hacerle pata ancha: Galáctica. La Gala, como la llamaban los habitués, explotaba los sábados y La Metro hacía lo propio los domingos. Para entonces, tras lo que había sido el boom del género en la década del 90, la cumbia se había transformado con la emergencia intempestiva de un nuevo estilo: la denominada cumbia villera. Con un sonido más electrónico, pero igualmente pegadizo, las letras pasaron de las historias de amor, desamor, infidelidades y traiciones a retratar un mundo marcado por la delincuencia y la marginalidad en los barrios populares. Ante este panorama y con el casillero de las noches de los viernes vacío, Luis Coronel empezó a pensar en un boliche que recuperara la vieja esencia tropical y en 2013 abrió La Retrogala en el mismo local de Junín 138 donde funcionaba Galáctica. El éxito fue instantáneo. 

“En esa época me acuerdo que estaban de moda Los Wachiturros y a la gente más grande mucho no les gustaba, te decían ‘estoy harto del tarrerío, pongan otra cosa’, por eso nos decidimos a armar una marca diferente con cumbia y cuarteto de los noventa. Nosotros arrancamos el 13 de septiembre del 2013 con un formato de música tropical de los 90. La verdad que empezamos con mucha incertidumbre porque, en ese momento, había mucha cumbia villera y nosotros decidimos volver a las bases… eso pegó bastante y en poco tiempo el boliche ya era la cita obligada de todo el mundo los viernes”, explica Luis Coronel cómo se gestó la esencia y la mística de La Retrogala que no tardó demasiado en adoptar el nombre abreviado de La Retro. 

Con la cumbia de antes como principal bandera, La Retro se convirtió en un bastión para las bandas y cantantes que habían descollado durante la edad dorada de la música tropical en los noventa. Por el escenario del boliche pasaron Daniel Agostini, El Rey Pelusa, Grupo Red, Grupo Green, Los Bybys, Tambó Tambó, Karina, Dalila, el Grupo Sombras, entre tantos otros. Como meca cumbiera en estas tierras, La Retro protagonizó un hito en la historia de la cumbia nacional al ser el lugar donde El Monstruo Sebastián dio su último show antes de su paso a la inmortalidad y al salón reservado a los grandes próceres del género. Así recuerda Luis aquella noche histórica: “Ese era el último show que hacía en su gira por Tucumán. Me acuerdo que eran las seis menos cuarto y le decíamos a su representante que le diga que pare porque teníamos que cerrar el boliche, pero él no se quería bajar del escenario… El recital se debe haber estirado hasta las seis y veinte. A la semana siguiente se enfermó y tuvo que suspender todos sus shows y como dos semanas después, lamentablemente, falleció”. 

El Monstruo durante su último show. 

“Hemos llevado a todos los grandes artistas… Karina, por ejemplo, cantó cuando recién estaba empezando, no era todavía la estrella que es hoy. El boliche era un furor hasta que llegó la pandemia y tuvimos que cerrar. Me acuerdo que nos estábamos preparando para abrir el viernes y el jueves nos avisan que no íbamos a poder porque empezaban las restricciones. Entonces, al poco tiempo, empiezan los problemas con los dueños del local y ya nunca pudimos recuperar nuestro lugar”, comenta el empresario nocturno cuál fue el comienzo del fin para el boliche que había marcado una época para la movida cumbiera de la provincia. 

Mientras Galáctica logró reubicarse en la zona de El Abasto, desde que cerró sus puertas en 2020 La Retro quedó sólo como un grato recuerdo para los melómanos y ardidos de la noche tucumana. Eso quedó demostrado en noviembre de 2023 cuando comenzó la demolición del edificio de Junín 138 para convertir el lugar en un estacionamiento, episodio que quedó registrado en una nota de eltucumano.com. Evidentemente, la remoción de aquellas baldosas regadas de sangrías y de esas paredes que fueron testigos estoicos de noches largas, bailes apretados y besos furtivos movilizó los cimientos del sentimiento cumbiero en la provincia. Con la nota, como esas napas subterráneas que esperan para eclosionar en la superficie, afloraron los recuerdos y la nostalgia. Esos sentimientos fueron la chispa que encendieron las chamizas del sueño de un regreso: “Subí una historia al Instagram porque al boliche lo estaban demoliendo y el diario hizo la nota. Entonces, nos empezó a escribir un montón de gente pidiéndonos que volvamos. A nosotros lo que nos marcó fue esa nota y esa reacción del público que nos sorprendió… de ahí hemos empezado a buscar el lugar para volver a abrir La Retro”

“Hemos tratado de volver varias veces, pero no conseguíamos un lugar que represente lo que era La Retro en su momento. La gente nos pedía que volvamos y, después de la nota, nos mandaba mensajes todo el tiempo. Eso nos llevó a mantener viva la llama y a no bajar los brazos… recién ahora pudimos conseguir el lugar”, destaca Coronel. Como quien busca recuperar un paraíso perdido más no olvidado, fue largo el peregrinar hasta dar con el sitio indicado para volver a edificar el templo de la noche tropical tucumana. El lugar elegido es Corrientes 2084 y también una fecha para el tan ansiado retorno: el viernes 11 de abril. 

Lo primero que el mentor de La Retro se preocupa en dejar en claro es que la esencia musical será aquella que se convirtió en el rasgo distintivo del boliche: la cumbia de la vieja escuela. “El nuevo lugar es bastante parecido al de la Junín y la impronta va a ser la misma; la música va a seguir siendo el tropical y el cuarteto de los 90, es decir, la misma esencia que teníamos en la Junín. Si bien la reinauguración será sin bandas en vivo, también tenemos pensado que en el futuro haya shows como antes”, adelanta. 

 ¿Con qué novedades se encontrarán los antiguos y nuevos visitantes del boliche? Según comenta Coronel, el nuevo establecimiento contará con patio de fumadores, pulseras para all inclusive de bebidas, sector vip y diez boxes privados personalizados: “La idea es hacer La Retro 2.0 y adaptarnos a lo que está pasando ahora. Vamos a poner bailarines y distintos personajes para que reciban a la gente, tecnología nueva de luces y sonido, pantallas, un drone que filme toda la noche y un espejo mágico para sacarse fotos”. 

Coronel junto a Pablito Lescano, el líder de Damas Gratis. 

Para Luis la reapertura del boliche significa el regreso a un gran amor: “Para mí la noche siempre ha sido una pasión. Desde que empecé a salir a bailar soñaba con tener un boliche… esa es una llama que tengo encendida desde que tengo uso de razón”. A la hora de pensar en el secreto de la permanencia y la mística de un establecimiento bailable, apunta al vínculo que se establece con los clientes: “Para vivir de la noche hay que tener una conducta de trabajo y priorizar la atención de la gente. Nosotros siempre nos hemos caracterizado por atenderla bien a la gente, que los que vayan se sientan cómodos y la pasen bien. Creo que por eso nos recuerdan, porque siempre estamos pensando en qué es lo que quiere la gente”. 

Muchachas de faldas sugestivas y muchachos de remeras pegadas al cuerpo. Bailarinas de botas largas y danzarines de pelo mojado. Fiesteras y fiesteros. Tramposas y tramposos. Sedientas y sedientos. Trasnochadas y trasnochados. Seres ávidos de baile, diversión, cumbia y algunos excesos. Preparen cuerpos y espíritus para el tan esperado regreso al que Luis Coronel convoca con las siguientes palabras: “Vuelven las noches únicas… los invitamos a vivir noches únicas, con la impronta de siempre adaptada a esta nueva etapa”.