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"La tecnología es una manera de generar inclusión": un tucumano creó una aplicación para alfabetizar a niños

Educación

Nicolás Medina diseñó una aplicación para que niños vulnerables puedan aprender a leer y escribir a través de juegos. Cómo se le ocurrió y cuáles fueron los grandes resultados que obtuvo en las aulas.





Cuando tenía seis años Nicolás Medina Jiménez esperaba ansioso que el diario llegara a su casa para tirarse en el piso a leer con atención las noticias. Ese niño que descubría el universo a través de la lectura creció con la vocación de enseñar a los demás. Ese afán lo llevó a graduarse recientemente en la UTN de Licenciado en Tecnología Educativa, carrera en la que propuso como trabajo de tesis el desarrollo de una aplicación para alfabetizar a los niños más vulnerables de las escuelas a través de juegos. Una tecnología que pudo probar en las aulas con excelentes resultados. 

“Me acuerdo que esperaba que llegue el diario para poder leer, tenía esa pasión por la lectura. Era algo que me gustaba mucho, disfrutaba de leer y escribir, lo hacía por puro placer. Después, por esas vueltas de la vida, me inscribí en el profesorado de la Escuela Normal para alfabetizar a los demás”, comenta el joven de 26 años. A la hora de crear Litera, la aplicación que diseñó para facilitar la enseñanza de la lecto-escritura se inspiró en ese niño ávido de lecturas que supo ser. Otras de sus grandes fuentes de inspiración fueron su hermano Lucas, sus docentes del Colegio Nuestra Señora de Fátima donde hizo el secundario y en Mateo Salvatto, el joven emprendedor fundador de la empresa Asteroid Technologies que creó Háblalo, una aplicación que ayuda a las personas con discapacidad en el proceso de desarrollo del lenguaje. 

Cuando comenzó a realizar sus prácticas docentes en algunas escuelas de los barrios periféricos de San Miguel de Tucumán, el joven detectó que había grandes falencias en la alfabetización de los alumnos del primer grado. Según explica, en un curso de 30 alumnos sólo el 10% sabía leer: “Me tocó trabajar en una escuela alejada del centro de la capital donde había muchos niños en condiciones de vulnerabilidad. Había muchas situaciones de pobreza, desigualdad y casos de violencia familiar. Por eso, con mi proyecto de tesis en la UTN me propuse crear un sistema que permita reforzar la alfabetización y con la aplicación en tres meses lo he logrado”. 

“Mi idea era innovar y tratar de colaborar con un grave problema. Al inscribirme en la universidad mi idea era la de buscar nociones de tecnología porque considero que la tecnología es una manera de generar inclusión. Creo que hoy en día la tecnología es la única que puede llegar por igual e incluir a todos los alumnos. En tres meses logré alfabetizar a muchos chicos de primer grado a través de una aplicación hecha con inteligencia artificial y que se puede utilizar sin wifi, pensando en las escuelas que no cuentan con recursos”, destaca el docente. 

Según explica, a la hora de desarrollar Litera se valió de la voz del personaje Bob Esponja que la que guía a los alumnos en las distintas actividades que propone la aplicación donde, a través de juegos, los niños van desarrollando sus habilidades de lecto-escritura: “Muchos de los niños hasta el día de hoy se acuerdan lo que les ha dicho Bob Esponja. Creo que ahí está la clave, en innovar en base a la tecnología”. 

Para llevar y aplicar la tecnología en las aulas Nicolás desarrolló un método que consta de cinco instancias. “El primer paso es observar al grupo en clase durante un tiempo. El segundo es realizar pruebas objetivas que sirven para obtener datos para ver el grado de alfabetización del grupo (consignas de tres preguntas como ordenar frases simples, completar palabras). El tercer paso consiste en explicar qué es una app y que todos los niños la usen, que todos los alumnos tengan su momento con la aplicación. El cuarto consiste en medir el impacto de la app con pruebas objetivas que sean un poco más desafiantes. Por último, seguir la evolución de los alumnos con actividades y juegos”, explica. 

Después de tres meses de trabajo utilizando la aplicación como un recurso en las aulas, el porcentaje de alumnos que sabían leer y escribir pasó de un 10% al 80%, lo cual es una muestra clara de la efectividad pedagógica de la aplicación. “A la aplicación la hice usando lenguaje de programación y todo fue a través de un proceso de prueba y error. Hemos logrado en tres meses lo que a veces dura dos años o incluso más”, remarca. 

A Nicolás le gustaría que el uso de la aplicación pueda extenderse en las instituciones educativas de la provincia para poder colaborar en el proceso de alfabetización de más niños: “Yo desearía que más escuelas tengan la posibilidad de hacer uso de esto porque esto es sin wifi y todo es sin costo alguno, el acceso a la aplicación es gratuito”. 

Si bien los teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos suelen ser vistos como obstáculos a la hora de la enseñanza, para Nicolás estos recursos pueden volverse grandes aliados de los docentes en las aulas: “La tecnología, siempre que sea bien usada y con fundamentos que tengan criterio pedagógico, como este caso, bienvenida sea. Por eso prohibir el uso del celular o de las tablets en las aulas me parece excesivo, pero es importante que el uso sea limitado a cuestiones pedagógicas. Creo que muchas veces las escuelas no cuentan con los recursos tecnológicos y los docentes se estancan. Todo se basa en la predisposición, la confianza y la posibilidad de innovar de los docentes… Si el docente no logra llegar a los alumnos por los métodos tradicionales, entonces por qué no intentarlo a través de la tecnología”.  

Según explica Nicolás el desarrollo de Litera no persigue fines comerciales y si bien todavía no se encuentra en ninguna plataforma de descarga de aplicaciones, quienes deseen acceder a la aplicación pueden ponerse en contacto con él a través de su cuenta de Instagram o al siguiente correo electrónico: [email protected]